Al menos siete personas murieron y otras 39 fueron hospitalizadas tras los combates registrados ayer entre el Ejército ucraniano y separatistas prorrusos en la ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, informaron hoy las autoridades locales.
Anteriormente, el ministro de Interior, Arsén Avákov, había hablado de una veintena de muertos entre las filas de los insurgentes prorrusos como resultado de las escaramuzas en Mariúpol.
Sin embargo, según los últimos datos de la Administración de la región de Donetsk, donde está ubicada Mariúpol, y que cita a servicios médicos locales, los fallecidos en los combates son 7. Además, la Guardia Nacional de Ucrania, informó de que un militar murió y otros 4 fueron heridos en aquellos combates.
"La situación en Mariúpol sigue siendo tensa. Las fuerzas de la Guardia Nacional fueron retiradas del epicentro (de los sucesos)", se señala en un comunicado recogido por agencias locales.
Distintas versiones sobre el tiroteo
Según la versión oficial, los combates estallaron cuando más de medio centenar de prorrusos atacaron la sede la policía de Mariúpol, acción en la que también murió un efectivo de las fuerzas gubernamentales, que emplearon armamento pesado y blindados contra los insurgentes.
De acuerdo con la versión de los prorrusos, fueron las fuerzas gubernamentales las que tomaron por asalto la sede policial, donde se había atrincherado un grupo de agentes que se niega a acatar órdenes provenientes desde Kiev.
Más de mil personas se dirigieron al edificio para impedir la detención de los policías insubordinados, pero las fuerzas leales a Kiev, que cuentan con el apoyo de blindados, los recibieron con disparos de advertencia al aire, según la misma versión.
Otras fuentes precisaron que los atrincherados no eran policías, sino efectivos armados de la autoproclamada "república popular de Donetsk", que se propone celebrar el domingo un referéndum separatista.