Estados Unidos ha comenzado a consolidar relaciones militares con el gobierno de Ucrania para el "largo plazo", mientras aumenta ligeramente su presencia en las fronteras orientales de la OTAN como respuesta a la invasión rusa de la península de Crimea.
El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ha hablado con el ministro de Defensa ucraniano, Oleksandr Turchynov, quien solicitó la asesoría del Pentágono para una "asistencia humanitaria y operaciones de rescate", un primer paso para consolidar las relaciones militares con el nuevo gobierno prooccidental de Kiev.
La llamada se produce mientras Estados Unidos aumenta la presencia militar en Polonia, socio de la Alianza Atlántica (OTAN), donde 300 militares han sido desplazados para incrementar las maniobras aéreas conjuntas en el país, mientras seis cazas F-15 han sido desplazados a Lituania.
Además, el viernes ingresó en el Mar Negro el destructor estadounidense, el USS Truxtun, como parte de maniobras militares rutinarias en el Mar Negro, a orillas del cual Estados Unidos dispone de varias bases conjuntas en Rumanía y Bulgaria.
El gobierno de Kiev considera que Rusia ha desplegado ya unas 30.000 tropas, mientras que el Pentágono estimó el viernes que tras varios días moviendo "miles" de efectivos a Crimea, Moscú dispone allí de unos 20.000 soldados.
Moscú asegura que está cumpliendo los tratados con Kiev, ya que asegura que acude en ayuda del gobierno legítimo de la región autónoma de Crimea y tiene autorización para desplegar hasta 25.000 soldados.
No obstante, el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, aseguró hoy que la polémica "no es tanto sobre el número". "Lo que Rusia está haciendo es una clara violación de muchas obligaciones internacionales... están bloqueando bases navales ucranianas hundiendo buques patrulla en zonas de paso para establecer el control operativo de Crimea", citó como ejemplo.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey, dijo en una entrevista con el canal PBS que los despliegues militares estadounidenses tienen como objetivo "aportar seguridad a los aliados de la OTAN", aunque la solución de la crisis dependerá de evitar "errores del cálculo" y de la diplomacia.
¿Sanciones económicas contra Rusia?
Con ese objetivo volvieron a mantener una conversación telefónica el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, quien, según reveló el Kremlin, le advirtió de que las sanciones económicas contra Rusia "golpearán inevitablemente a Estados Unidos como un bumerán".
Algunos países europeos recelan de las sanciones contra Rusia, como el Reino Unido, que, según un documento confidencial fotografiado por la prensa, quiere eximir de éstas al sector financiero londinense.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, reconoció que algunos países tienen mayores lazos económicos con Rusia que Estados Unidos. "Nuestra preferencia es encontrar una salida a este conflicto a través de conversaciones y compromisos".
Tensión en Crimea
Mientras tanto, la situación en Crimea sigue estancada, con la región totalmente aislada por tierra y con las tropas ucranianas obligadas a no moverse de sus acuartelamientos.
Un grupo de personas armadas ha bloqueado por segundo día la entrada en Crimea de un grupo de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
El gobierno autónomo de Crimea y su parlamento, fiel a Moscú, quieren unirse a la Federación Rusa, para lo cual han convocado un referendo para el 16 de marzo, considerado ilegal por Washington y sus aliados europeos.
Crimea tiene una población de cerca de dos millones de habitantes, de los cuáles el 60 por ciento son de origen ruso, el 26 por ciento ucranianos y el 12 por ciento tártaros.