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Ucrania, al borde de la guerra civil

Está previsto reanudar este viernes una sesión extraordinaria para reformar constitucional que recorte los poderes del jefe del Estado.

Fotografía de archivo de Yulia Timoshenko de 24 de mayo de 2011 | EFE

La capital ucraniana pasó una noche de tensa calma tras la sangrienta jornada del jueves en la que los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad se cobraron decenas de vidas y centenares de heridos.

Miles de personas permanecen la plaza de la Independencia (Maidán), el núcleo de las protestas que comenzaron hace hoy tres meses, después de que el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, renunciara a firmar un tratado de asociación con la Unión Europea.

El Legislativo tiene previsto reanudar este viernes su sesión extraordinaria para abordar una reforma constitucional que recorte los poderes del jefe del Estado, modificación que es una de las principales exigencias de los opositores.

Según los datos ofrecidos anoche por el Ministerio de Sanidad, en en los disturbios que estallaron este martes en la capital ucraniana han muerto un total 75 personas, cifra que la oposición eleva a más de cien.

A última hora de anoche, la Rada Suprema (Parlamento) prohibió la operación antiterrorista anunciada el miércoles por los servicios secretos y dirigida contra manifestantes radicales que han tomado decenas de administraciones y edificios oficiales en los últimos días.

La mayoría necesaria para aprobar la resolución fue conseguida con los votos de doce de diputados que abandonaron el oficialista Partido de las Regiones, la formación Yanukóvich, que no participó en la votación.

En otra resolución, la Rada "condenó categóricamente" la violencia desatada en Ucrania, sobre todo en el centro de Kiev, y exigió a las fuerzas militares y policiales "poner fin de forma inmediata el empleo de la fuerza contra los ciudadanos de Ucrania".

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