La deportación de la alumna de origen kosovar Leonarda Dibrani, de 15 años, se hizo conforme a la normativa en vigor, según concluye el informe encargado a la inspección general de la Administración para determinar si hubo alguna falta en la expulsión.
El documento, de 24 páginas y publicado en la página web del Ministerio del Interior y del que se hace eco Efe, establece que la decisión de expulsar a la familia Dibrani estaba "justificada" porque ninguno de los recursos presentados por el padre había sido considerado "admisible" por la vía administrativa o la judicial.
La niña expulsada cursaba tercero en el colegio André Malraux de Pontarlier y se dirigía con sus compañeros de clase y sus profesores el pasado 9 de octubre a visitar la ciudad de Sochaux, cerca de la frontera suiza, cuando fue detenida para, posteriormente, ser deportada a Kosovo.
El asunto ha motivado airadas protestas estudiantiles y ha sido un nuevo elemento de desgaste del Gobierno Hollande, si bien las encuestas reflejan un apoyo mayoritario a la decisión.