El Ministerio francés de Interior indicó que en los ocho primeros meses del año Francia expulsó a 18.126 inmigrantes sin papeles, y que a finales de 2013 su número será de unos 21.000, la misma cifra que el año anterior.
El Ministerio respondió así a un artículo publicado por el diario conservador Le Figaro titulado "Clandestinos: fuerte bajada de las expulsiones" en el que se cuestionaba la acción del titular del departamento, el socialista Manuel Valls, contra la inmigración irregular.
Los servicios de Valls corrigieron las estadísticas presentadas por Le Figaro al señalar que la devolución a sus países de 36.800 extranjeros el pasado año en realidad contabilizaba las salidas de personas que recibieron las llamadas "ayudas al retorno humanitario" o "ayudas al retorno voluntario".
Unas 12.000 personas que se encontraban en situación irregular en Francia, en su mayoría gitanos rumanos, se habían acogido a la "ayuda al retorno humanitario", que era de 300 euros y que fue reducida a 50 o 30 euros a fines de 2012 por el Gobierno del presidente François Hollande para desincentivar los viajes de ida y vuelta.
Descontando las categorías que se habían beneficiado de primas, las expulsiones forzadas el pasado año habían sido 21.841, aseguró el Ministerio de Interior, que añadió que en 2013 se situarán "probablemente al mismo nivel".
Hasta agosto de este ejercicio, del total de las expulsiones forzadas en torno al 18 % correspondían a rumanos, lo que hace pensar que se trató en su inmensa mayoría de gitanos de esa nacionalidad.
Datos de 'Le Figaro'
La información publicada por el diario galo, obtenida a partir de los datos de la Policía de Aduanas y Fronteras (PAF), sostiene que se han reducido las deportaciones en torno a un 40% en la zona de la metrópoli y alrededor de un 20% en las provincias de ultramar. Le Figaro establece que según las informaciones registradas a partir de estadísticas policiales, en toda Francia habrían descendido las deportaciones de personas en situación irregular en más de un 31%.
En cuanto a los países de procedencia, Le Figaro coincide con el ministerio de Interior en que la expulsión de rumanos es notablemente superior al resto de nacionalidades, seguida de tunecinos y marroquíes.