El ministro francés de Interior, Manuel Valls, subrayó este martes que los campamentos ilegales de gitanos rumanos y búlgaros que han proliferado en Francia deben ser desmantelados y sus ocupantes expulsados a sus países.
"Los gitanos tienen vocación de volver a Rumanía o a Bulgaria", donde las autoridades de ambos países tienen que "hacer esfuerzos para su integración", subrayó Valls en una entrevista en la emisora de radio France Inter.
Insistió en que en los alrededores de esos campamentos se genera "mendicidad y delincuencia" y por eso justificó los desmantelamientos y las expulsiones que ha ordenado, como este mismo mes uno de los más grandes que había en Lille (norte).
"Las soluciones pasan en particular por las expulsiones", repitió el titular de Interior, que al ser preguntado sobre el grado de integración de esos gitanos en Francia respondió que "esas poblaciones tienen modos de vida que son extremadamente diferentes de los nuestros".
En cuanto a las negociaciones sobre la entrada de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen que permitiría todavía más la circulación sin controles de sus gitanos en otros países, hizo hincapié en que "no está decidido".
Además, precisó que lo que se discute en un primer momento es la aplicación de los acuerdos de Schengen de libre circulación únicamente en los aeropuertos, pero no en las fronteras terrestres.