Rusia ha advertido a las potencias occidentales de las "consecuencias catastróficas" que podría tener una intervención en Siria sin el mandato de la ONU, al tiempo que algunos políticos en este país ya dan por hecho una acción militar de una coalición liderada por Estados Unidos.
El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, reiteró los insistentes llamamientos de Moscú a EEUU y a otros países dispuestos a participar en una operación contra el régimen de Bachar al Asad a respetar el derecho internacional.
Para Rusia, las acciones de esta índole que se emprenden sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que cuenta con derecho a veto como uno de sus cinco miembros permanentes, están al margen de la legalidad internacional.
"Los intentos de obviar el Consejo de Seguridad, creando una vez más pretextos artificiales y sin pruebas para intervenir en la región, pueden derivar en más sufrimiento en Siria y consecuencias catastróficas para otros países de Oriente Medio y el norte de África", recalcó Lukashévich.
El portavoz de la diplomacia rusa manifestó asimismo la "gran decepción" de Moscú por la cancelación a iniciativa de EEUU de la reunión ruso-estadounidense sobre Siria, que tenía que celebrarse mañana miércoles en La Haya.
"La decisión de Washington de aplazar la citada reunión en vísperas de la fecha anunciada es vista en Moscú con gran decepción", señaló Lukashévich en un comunicado publicado hoy en la página web de la cancillería rusa.
Recordó que este domingo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, le aseguró a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que Washington respalda una conferencia de paz para Siria y que haría un esfuerzo por convencer a la oposición siria para que acuda a esa cita internacional.
Pero, agregó Lukashévich, el aplazamiento de la reunión en La Haya envía un mensaje en el sentido contrario a la oposición armada siria y la alienta a rechazar el compromiso y a esperar una intervención de fuerzas externas.
Además, según el portavoz de la cancillería rusa, también echan aguas a ese mismo molino las declaraciones de Kerry sobre el "innegable" uso de armas químicas contra la población civil por el régimen de Al Asad.
Rusia no se cansa de repetir que estas acusaciones son muy parecidas a las que hace diez años se usaron como pretexto por Estados Unidos y sus aliados para atacar Irak y derrocar el régimen de Sadam Husein, que a la postre resultaron ser falsas.
Mientras la diplomacia de Moscú se multiplica en advertencias acerca de la gravedad de la consecuencias de una intervención militar en Siria, algunos políticos rusos ya dan por sentado que EEUU y sus aliados actuarán militarmente en el país árabe.
"Estados Unidos y sus aliados ya han optado por lanzar un ataque masivo contra Siria y ahora es sólo cuestión de tiempo, de cuándo será asestado", afirmó hoy Serguéi Pushkov, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma, la cámara de diputados de Rusia.
Según el legislador, del partido oficialista Rusia Unida, el objetivo de ese ataque será destruir los mandos militares que "garantizan la estabilidad del régimen de Al Asad y la eficacia de la lucha contra la guerrilla".
Ello, añadió Pushkov, "permitiría a la guerrilla retomar la iniciativa que había perdido y derrocar en el menor tiempo posible el Gobierno de Al Asad". En los círculos diplomáticos y militares de Moscú ya calculan las dificultades con que podrían chocar EEUU y sus aliados en una eventual intervención militar.
"Si el ejército de EEUU y la OTAN inician una operación contra Siria no obtendrán una victoria fácil. Los sistemas antimisiles Buk-M2E y otros medios de defensa antiaérea darán una digna respuesta a los agresores", dijo hoy a la agencia Interfax un diplomático en condicione anonimato.