Esta semana, la asociación Spectrum Human Rights Alliance denunciaba el asesinato de un joven homosexual en la región de Sverdlovsk. El chico, de origen uzbeko, quedó con otro mediante internet. Cuando llegó se encontró con varios neonazis que lo apalearon, le rociaron con orina, le violaron con un consolador hasta producirle un desgarro anal, lo pintaron y, finalmente, murió como consecuencia de las heridas. Todo fue grabado por los asesinos, quienes subieron las imágenes a internet, para presumir del trofeo.
No es un caso único. Artem Gorodilov, un activista de los derechos homosexuales, fue secuestrado por otro grupo neonazi. En un cementerio fue torturado y humillado.
No es el único caso. Decenas de casos pueblan la red. Exhibidos como trofeos y torturados ante la pasividad de la gente local. Sucede en un país donde tres de cada cuatro rusos creen que los gays tienen un problema mental. Lo dice una encuesta del Centro Levada, principal empresa demoscópica del país de los Urales. Además revela que menos de la mitad creen que los homosexuales deban recibir los mismos derechos que los heterosexuales.
Leyes "anti propaganda gay"
La "caza al homosexual" también se desarrolla en el plano legislativo. El paso mes de junio, la Duma aprobó una "ley contra la propaganda homosexual". Contó con 434 votos a favor, ninguno en contra y sólo una abstención . La ley habla de "relaciones sexuales no tradicionales" y contempla multas de 125 euros para los individuos, 1000 si son cargos públicos y hasta 10.000 si son institucionales. La normativa también permite arrestar durante 2 semanas a las personas que libremente promulguen la conducta homosexual. Afecta incluso a los turistas que podrían ser deportados del país.
La ley ya ha sido ensayada en una de segunda ciudad más populosa de Rusa. En San Petersburgo, localidad natal de Putin, la "propaganda homosexual" está prohibida desde 2012. Desde el momento en el que comenzó la aplicación, empezaron las detenciones. Los primeros fueron dos veinteañeros por llevar pancartas con la inscripción "ser gay es normal".
La normativa en la antigua Leningrado obtuvo el aplauso de la Iglesia Ortodoxa Rusa que lo único que lamentó es que no fuese extensible a todo el país. Pese a todo, el 88% de la población exige más contudencia contra la homosexualidad según la agencia Novorosti
Condena internacional
Las condenas internacionales no se han hecho esperar. Preguntado por esta oleada, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama ha asegurado en El Show de Jay Leno que no piensa tener "ninguna tolerancia con los países que intentan tratar a los gays".
No es el único. En Alemania, su ministro de exteriores, el liberal y abiertamente homosexual Guido Westerwelle, ha apremiado a las autoridades rusas a impedir la violencia contra los gays. Su compañera en el Consejo de Ministros, la ministra alemana de Justicia Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, ha ido incluso más lejos para pedir, de forma velada, un boicot a los Juegos de Invierno que se disputarán en 2014 en Sochi. Varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, como Human Rights Wath, o de los homosexuales han secundado el boicot.
El asunto no es baladí e incluso el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacque Rogges, ha intervenido para pedir a Rusia que aclare cómo afectarían a los Juegos de Invierno estas leyes. De momento, el ministro de deportes ruso, ha asegurado que los derechos de los atletas serán respetados.