Ni el caso Mediaset ni el Mills, el ocaso de la carrera política de Berlusconi ha sido "Ruby". Una mezcla de cóctel sexual con los famosos bunga-bunga, fiestas privadas, prostitución y menores.
Las juezas del tribunal que ha juzgado en primera instancia a Berlusconi, consideran que hizo abuso de poder e inducción a la prostitución de menores, al tener relaciones sexuales pagadas con la joven marroquí Karima El Marough, antes de que cumpliese 18 años.
Tras conocer la decisión de las tres juezas, Niccolò Ghedini, abogado del ex primer ministro, dijo no estar sorprendido por el sentido de la misma y anunció que recurrirán la condena, que no será efectiva hasta que no sea en firme. "Es una condena que queda fuera de la realidad y de las actas procesales. El tribunal no ha tenido en cuenta la realidad", dijo Ghedini ante los periodistas a la salida del Palacio de Justicia de Milán.
El pasado 13 de mayo, en una muy dura comparecencia, la fiscal ,Ilda Boccassini, había solicitado seis años de prisión e inhabilitación de por vida para cargo público para el ex primer ministro al asegurar que "no existe duda" de que Ruby "había mantenido sexo con Berlusconi y había obtenido beneficios a cambio" cuando aún no tenía 18 años.
Boccassini dijo que a las fiestas de la mansión de Silvio Berlusconi en Arcore, próxima a Milán, se invitó a chicas "que formaban parte de un sistema de prostitución organizado para la satisfacción del placer sexual" del político y que Ruby obtenía del ex primer ministro "directamente lo que necesitaba para vivir" a cambio de ello.
Para la Fiscalía, no existen dudas de que Berlusconi estaba al tanto de que Ruby era menor de edad cuando participó en sus fiestas y supuestamente mantuvo relaciones sexuales pagadas entre febrero y mayo de 2010, meses antes de que la joven, en noviembre de ese año, cumpliera los 18 años.
Más problemas para Berlusconi
Según escribe este lunes el diario La Repubblica ante una condena, Berlusconi reaccionará de dos maneras: con apariciones televisivas en los próximos días en las que intentará demostrar su inocencia, pero también "metiendo presión" al Ejecutivo de coalición del que su partido, el Pueblo de la Libertad, forma parte.
Tras la sentencia de hoy, Berlusconi también tiene pendiente la resolución, se espera que en octubre, del Tribunal Supremo sobre su condena por fraude fiscal en el caso Mediaset a cuatro años de cárcel (que no tendría que cumplir porque se le quedarían en uno) y a cinco de inhabilitación en el ejercicio de cargos públicos que sí tendrá que cumplir.
Pero además, a finales de mes comenzará la audiencia preliminar del juicio por la supuesta compra en 2007 del senador Sergio De Gregorio para hacer caer al Gobierno de Romano Prodi.
También el ex primer ministro italiano tiene pendiente el juicio en apelación tras la condena a un año de cárcel por violación del secreto de sumario en la instrucción del caso Unipol, al publicar ilegalmente las escuchas telefónicas en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo.
¿Crisis política?
La posibilidad de una condena a Berlusconi lleva sobrevolando la política italiana desde hace días y, por ende, la estabilidad del débil Ejecutivo formado por la coalición entre el centroizquierda del Partido Democrático y la derecha Berlusconiana del Pueblo de la Libertad.
El primer ministro italiano, Enrico Letta, ya anticipó el viernes que su Gobierno no se verá afectado por los asuntos judiciales del líder del PDL. "Veo un Gobierno estable y concentrado sobre sus objetivos. No creo que haya consecuencias debido a casos externos, incluidos aquellos de carácter judicial", manifestó Letta en una comparecencia ante la prensa extranjera. Sin embargo muchos creen que la ruptura del frágil Gobierno sobrevuela en estos momentos Roma.