Por si no hubieran sido suficientes hasta la fecha, el domingo Pier Luigi Bersani volvió a lanzarle el balón a Beppe Grillo: o apoya al centro izquierda, o Italia deberá ir de nuevo a las urnas. Aunque se interpretó como un ultimátum, lo dicho por el líder del Partido Democrático fue casi un grito de auxilio a la estrella de la antipolítica.
Pero Grillo no se mueve un ápice de su postura, y continúa negándose a brindarle el apoyo para la investidura; comprometiéndose sólo a darle soporte en alguna ley puntual. El día 15, Giorgio Napolitano no pondrá en marcha la ronda de conversaciones para la formación del nuevo Ejecutivo. Pero los días pasan e Italia continúa sin una solución.
Grillo: el show continúa
Y, mientras Grillo continúa con su show. Este lunes protagonizó la primera reunión con los diputados y senadores electos de su formación, y como es habitual en el líder del Movimiento 5 estrellas, no faltó el espectáculo.
Hasta el último momento no se supo el hotel en el que se celebraría la reunión, y cuando finalmente se reveló, sólo unos pocos diputados atendieron a la prensa. "¿Nuestra línea política? La decidiremos en el Parlamento. Estamos aquí solo para conocernos. No es una reunión operativa. De cuestiones políticas es prematuro hablar", dijo a la prensa la senadora electa Laura Bottici. Se trataba de 163 diputados y senadores venidos de todas partes de la geografía italiana, que nunca antes se habían visto. Las escenas de caos se sucedían: "¿Que si va a venir Grillo?", respondía sorprendido uno de ellos: "No lo sé, no es mi amigo. Yo no hablo con él".
Aprovechándose de este hecho, algunos periodistas pudieron infiltrarse en el encuentro, y dieron cuenta en las redes sociales de algunos de los detalles de la reunión a puerta cerrada.
Según los medios italianos, Grillo bromeó al encontrarse con sus parlamentarios sobre el hecho de que Bersani le hubiera pedido su apoyo en la investidura y se mofó abiertamente de él. También ironizó sobre un posible respaldo al primer ministro en funciones, el tecnócrata Mario Monti.
Ante la presión, los diputados y senadores acabaron convocando una especie de rueda de prensa sui generis , de la que nadie quiso tomar las riendas. Fieles a su espíritu antipolítico, nadie actuó como líder y todos se autodenominaron como "ciudadano portavoz". Incluso, según la prensa italiana, se llegaron a vivir escenas de tensión con la prensa. "Está todo en la web, transmitimos en streaming la asamblea. No hace falta hacer preguntas", les espetó uno de los ciudadanos portavoces.