Desde las ocho horas del jueves la Iglesia Católica se encuentra en sede vacante y el futuro de esta institución milenaria está ahora en manos del Colegio de Cardenales, que se encargará del gobierno de la Iglesia durante estos días y de la preparación del Cónclave.
De hecho, los trámites ya se han iniciado. El cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio, convocó este viernes a todos los cardenales a Roma para iniciar el lunes las congregaciones generales.
El escrito del cardenal Sodano dice textualmente: "cumplo el deber de convocar a Vuestra Eminencia a la primera de las Congregaciones generales del Colegio de Cardenales, que se celebrará el lunes 4 de marzo a las 9,30, en el Aula Pablo VI, Sala del Sínodo de los Obispos. Las Congregaciones generales continuarán después, con normalidad, hasta que se alcance el número completo de cardenales electores y el Colegio de Cardenales decida la fecha del ingreso en el Cónclave de dichos cardenales electores según lo establecido en el reciente Motu Proprio del pasado 22 de febrero sobre algunas modificaciones de las normas relativas a la elección del Romano Pontífice".
Los movimientos del Cónclave
Este Motu Proprio da al Colegio de Cardenales "la facultad de anticipar el comienzo del Cónclave si consta la presencia de todos los cardenales electores". Estas reuniones se consideran el pre-cónclave y en ellas los purpurados establecerán cuáles son los retos y necesidades de la Iglesia y por tanto el perfil de cómo debería ser el próximo Papa.
Muy probablemente en estas congregaciones comiencen a surgir nombres y candidaturas. Del mismo modo, cardenales influyentes podrían recabar apoyos para un candidato concreto. No hay que obviar la importancia de algunos cardenales que, si bien por su edad no tendrían posibilidades para ser Papa sí podrían presentar estas candidaturas e influir en el Cónclave. Hasta 24 de los electores que participarán en la elección llevan un año o menos como cardenales, lo que aumenta el poder de influencia por parte de algunos de los veteranos.
El protagonismo, para los cardenales
Un total de 208 miembros forman el Colegio de Cardenales aunque no todos podrán participar en las Congregaciones debido a su muy avanzada edad o a causa de la enfermedad. En este colegio están representados los cinco continentes y hasta 66 países.
Menor número serán en el Cónclave en el que sólo participarán los menores de 80 años en el momento de que se decretase la sede vacante. Debido a esto serán 115 los cardenales que elijan al nuevo Papa, siempre que no haya bajas de última hora. De entre ellos casi con total seguridad saldrá el próximo Pontífice.
Desglosando las cifras por continentes, habrá 60 cardenales europeos; 14 de América del Norte, 19 de América Latina; 11 de África; 10 de Asia; 1 de Oceanía. Por países, el más representado sin duda será Italia, con 28 electores. Le sigue muy de lejos Estados Unidos, con 11. Con 6 aparece Alemania y con cinco están España, Brasil y la India. Hasta 51 nacionalidades estarán presentes en el Cónclave.
El papel de Bertone y Sodano
Mientras tanto, la Iglesia seguirá en sede vacante durante estos días y en el que dos importantes cardenales, Tarcisio Bertone y Angelo Sodano, desempeñan ya un papel protagonista. El primero como Camarlengo y el segundo como Decano de los cardenales.
Bertone administrará estos días, en resumidas cuentas, los bienes temporales de la Iglesia. Pasará a "cuidar, en nombre y con el consentimiento del Colegio de los Cardenales, todo lo que las circunstancias aconsejen para la defensa de los derechos de la Sede Apostólica y para una recta administración de la misma. De hecho, es competencia del Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, durante la Sede vacante, cuidar y administrar los bienes y los derechos temporales de la Santa Sede, con la ayuda de los tres Cardenales Asistentes, previo el voto del Colegio de los Cardenales, una vez para las cuestiones menos importantes, y cada vez para aquéllas más graves".
Por su parte, el Colegio de Cardenales tendrá también importantes funciones, especialmente el decano, Angelo Sodano. Sin embargo, éste no participará en el Cónclave por tener más de 80 años. La función del decano, entre otras, es preguntar al cardenal elegido si está dispuesto a ser Papa. En cuestiones administrativas, el colegio asume el gobierno de la Iglesia aunque únicamente puede tomar decisiones en asuntos ordinarios e inaplazables y en cuestiones de la preparación del Cónclave. Por ejemplo, Benedicto XVI dio potestad al Colegio de Cardenales de poder adelantar la fecha de la elección.