Dieter Brandau ha entrevistado en Es Noticia a Simone Centuori, miembro del Movimiento Cinco Estrellas que ha triunfado con un 25% en las elecciones italianas, un resultado que "ha sido una sorpresa para todos, no pensábamos en números superiores al 20%", ha apuntado Simone que ha remarcado que "somos el primer partido en este momento en Italia".
Además ha querido aclarar que "no somos un movimiento antipolítica como se nos ha tachado, hay bastante malentendido sobre lo que es el movimiento". Simone Centuori ha dicho en esRadio que son "un movimiento que tiene muchas propuestas y con propuestas de cómo hacer nuevas políticas".
Algunos medios señalan que el ascenso del Movimiento Cinco Estrellas ha sido un castigo al partido de Mario Monti y la canciller alemana Angela Merkel. En opinón de Centuori, "el problema es que se está hablando de culpa y no de mérito, se habla de desesperación pero se está despertando un sueño en el que los ciudadanos tienen la oportunidad de ser parte activa de la política".
El miembro del partido en España ha destacado que "la novedad del Movimiento Cinco Estrellas es la democracia participativa y ha recordado las palabras de Beppe Grillo durante la campaña electoral, "no queremos su voto, queremos su participación".
Según Centuori, "nos hemos acostumbrado a ver la política para unos pocos profesionales cuando la cosa pública es de todos, no hablamos de democracia directa sino participativa" al que conllevaría "el compromiso de todos para el bien común y eso es la verdadera novedad que lleva este movimiento dentro de la escena política italiana y europea".
Entre sus propuestas figuran el límite de 8 años para un cargo político o la imposibilidad de ejercer si ha sido condenado. "Hay un grupo de personas nuevas en la política muy calificadas, tenemos el número de personas con titulación universitaria más alto que los demás partidos, el 72% de nuestros candidatos tienen menos de 35 años y el 55% son mujeres".
Sobre Beppe Guillo ha aclarado que "no es el candidato, es solo el portavoz y no aspira a tener una vida de político con un sueldo". Por tanto, "sólo quiere que los ciudadanos presten su tiempo a la política", algo que ha reconocido que es un tanto "utópico".