Agentes de Policía que investigan el escándalo por la carne de caballo etiquetada como carne vacuna han detenido a tres personas en Reino Unido por un supuesto delito contra la Ley de Fraude, según ha informado la cadena de televisión pública británica BBC.
Los agentes han arrestado a dos hombres, de 64 y 42 años de edad, en la compañía Farmbox Meats Ltd, situada en la localidad de Llandre, cerca de Aberystwyth, en Gales, según ha explicado la Policía de Dyfed-Powys. Una tercera persona, de 63 años, ha sido detenida en el matadero Peter Boddy Licensed, en Todmorden, en Yorkshire. Las dos empresas en las que trabajan los tres detenidos han negado cualquier irregularidad.
La Agencia de Calidad Alimentaria de Reino Unido (FSA) mantiene suspendidas las actividades en ambas compañías desde el martes, cuando se practicaron las redadas en las que fueron detenidos los tres empleados. En la operación, los agentes se han incautado de carne y de documentos, incluidas las listas de clientes de las dos compañías.
Según recoge Europa Press, uno de los detenidos en Aberystwyth es el propietario de la compañía Farmbox Meats, Dadfydd Raw Rees. Un portavoz de la Policía de Dyfed-Powys ha explicado que los tres arrestados permanecen bajo custodia en la comisaría de Aberystwyth, a la espera de ser interrogados por los agentes y por personal de la FSA.
El matadero Peter Boddy Licensed, situado en Yorkshire, habría suministrado carne de caballo a la compañía de Aberystwyth, que posteriormente la habría vendido etiquetada como carne bovina en platos como kebab y hamburguesas. El escándalo por la carne de caballo se destapó el pasado 15 de enero cuando las autoridades irlandesas encontraron restos de carne de caballo en hamburguesas elaboradas en Irlanda y Reino Unido y vendidas en supermercados como Tesco y Aldi.
También en España
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha encontrado carne de caballo en dos de 20 hamburguesas distribuidas en supermercados españoles.
Tras encontrarse carne de caballo en hamburguesas de Irlanda, la organización española quiso comprobar si en España ocurría algo similar. Según el estudio, dos de las veinte muestras analizadas, las hamburguesas de Eroski y Alipende –Ahorramás- contienen ADN del equino. "Estos resultados indican claramente que se está cometiendo un fraude al consumidor, pues se venden hamburguesas en cuyas etiquetas no se indican los ingredientes reales. No es un problema de seguridad alimentaria pero sí un engaño al consumidor, que se lleva a su casa un producto diferente al que cree estar comprando", reza el comunicado.