El juicio contra el exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, de 46 años, y del informático del Vaticano, Claudio Sciarpelletti, de 48, por el robo y difusión de cientos de documentos reservados de Benedicto XVI comenzó hoy en el Vaticano, en medio de una gran expectación.
El proceso comenzó a las 9.30 horas local en la Oficina Judicial, un sala austera, no muy grande, con paredes pintadas en colores sobrios, mesas de maderas oscuras y una veintena de sillas, ubicada en un edificio del pequeño estado cercano al ábside de la Basílica de San Pedro.
Gabriele estuvo presente en esta primera audiencia, cuya duración se desconoce de momento. Tampoco se sabe la duración total del juicio.
El Tribunal está formado por el presidente, Giuseppe della Torre, y los también magistrados Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano.
El fiscal es el "Promotor de Justicia" del Vaticano, Nicola Piccardi y Gabriele, conocido como "Paoletto", está defendido por la abogada Cristiana Arru y Sciarpelletti por el abogado Gianluca Benedetti.
Al juicio asisten una veintena de personas, ya que es público, y ocho periodistas de todo el mundo, entre ellos la Agencia Efe.
El juicio se abre como muchas dudas, ya que es la primera vez que el Estado de la Ciudad del Vaticano -creado con los Pactos Lateranenses de 1929- afronta un proceso penal de esta envergadura.
"Paoletto" puede ser condenado a hasta cuatro años de cárcel y el técnico informático Claudio Sciarpelletti, acusado de encubrimiento, puede ser condenado a un máximo de un año.
Aunque "Paoletto" ya se ha declarado culpable, eso no influirá en los jueces, ya que quien se confiesa culpable puede estar en realidad encubriendo a otras personas, precisaron fuentes judiciales vaticanas.
El papa, como jefe soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano puede ejercer en cualquier momento su prerrogativa de perdonar al infiel mayordomo, pero el no haberlo hecho hasta ahora es señal de que desea que se llegue hasta el fondo del caso, agregaron las fuentes.
Durante el juicio pueden ser llamados varios testigos, ya que en la investigación aparecen eventuales cómplices que se ocultan bajo las letras "B" (al parecer un sacerdote padre espiritual de Gabriele) "X" y "W".
No se descarta que pueda ser llamado también el secretario particular del papa, Georg Ganswein, de cuyo despacho durante varios años robó y fotocopió "Paoletto" los documentos.
Asimismo, pueden ser llamados a testificar cardenales, pero tendrán que deponer en sus domicilios.
El escándalo de las filtraciones de documentos reservados del papa y de la Santa Sede, conocido como "Vatileak", se desató a principios de este año, cuando una televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EE.UU, el arzobispo Carlo María Viganó, en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.
El 19 de mayo se publicó el libro de Nuzzi con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan supuestas tramas e intrigas en el pequeño Estado, y el día 24 de mayo fue detenido Gabriele.
Sciarpelletti fue detenido un día después, pero 24 horas después fue puesto en libertad con cargos. "Paoleto" estuvo 53 día detenidos, hasta que fue puesto en arresto domiciliario.
Además de la sustracción de documentos reservados, entre el material retenido a "Paoletto" se encontró un cheque a nombre de Benedicto XVI por un valor de 100.000 euros, regalo de la Universidad Católica de Murcia (España), una pepita de oro y una edición ilustrada de la Eneida de Annibal Caro de 1581, todos ellos obsequios ofrecidos al Pontífice.