Saludos a todos, y bienvenidos. Antes que nada, quiero recoger y hacer propios algunos de los comentarios preliminares de mi compañero don Alberto; principalmente, el que cualifica estas elecciones como las más interesantes de las últimas décadas en Estados Unidos. Estoy de acuerdo por tres razones: una, que nadie, absolutamente nadie, puede predecir con confianza cuál será el resultado; dos: que los candidatos despiertan, por varias razones, un interés popular sin precedentes, y tres: que el resultado de las nominaciones y posteriormente de las elecciones afectará seriamente la estabilidad interna de ambos partidos (sobre todo, el Republicano), y puede alterar drásticamente el mundo político americano.
Dicho esto, quiero aclarar los objetivos de mi aportación a este blog. En primer lugar, y como español al que todavía le cuesta entender Estados Unidos, desearía establecer un vínculo entre el español liberal y la política americana, a través de expresar dudas que nos pueden ser comunes a todos (¿cuál de los dos partidos es el más liberal? ¿Qué tipo de izquierda representa Obama? ¿Qué tipo de derecha representa McCain? ¿Y Clinton? ¿Y Huckabee?) y que don Alberto y don Pablo nos pueden ayudar a resolver. En este sentido, me gustaría adoptar el papel de observador en su doble significado: tanto el de persona que opina como el de persona que, al final del día, no tiene más que preguntas.
En segundo lugar, me gustaría dar una impresión de cómo se viven estas elecciones en un microcosmos tan aislado como interesante: la universidad de élite americana. Wash U está considerada, en estos momentos, la número doce del país; por el campus se pasean chicos y chicas pecosos y acnéicos que ya se consideran los próximos Bill Gates o Warren Buffett, o, en su defecto, los futuros presidentes del gobierno o jefes de mayoría en el Congreso. Cada desayuno, cada comida y cada cena vienen aliñadas con la discusión política del día. Y si bien es un ambiente completamente divorciado del resto del país (aquí Obama ganaría por un 90%, frente al 9,8% de Hillary y el 0,2% de McCain), las opiniones que circulan por el campus son bastante interesantes (y bastante endémicas…). Quizás hasta pueden servirles a mis distinguidos compañeros como punto de partida para sus propias reflexiones.