El País aseguraba hace unas horas en su edición digital, como
recogía LD puntualmente, que John McCain está dispuesto a cambiar la política de distanciamiento con el Gobierno español impuesta por George W. Bush desde hace cuatro años. McCain se declararía así partidario de normalizar plenamente las relaciones bilaterales y de que Zapatero fuera invitado a la Casa Blanca. Ante esta información, algunos se han llevado las manos a la cabeza. Los cuatro lectores que nos siguen recordarán que hace ya casi un mes escribimos aquí mismo sobre
Zapatero y las elecciones norteamericanas. Ya entonces advertíamos que con Obama o con Hillary en la Casa Blanca, Zapatero sería recibido en Washington y que también, con McCain de Presidente, tal recibimiento sería bastante viable. Conociendo a las "Tres Gracias" que aspiran a la Casa Blanca, Zapatero tendrá posiblemente acceso a alguna que otra fotillo en el Rose Garden.
Con todo, esa posibilidad no resulta ser tal porque lo cuente ahora El País al hilo de unas palabras que el diario prisaico dice que McCain pronunció en un vuelo desde Tennessee a Arizona. La posibilidad es real y más que creíble por el carácter mismo de este político de apellido McCain: sí, ese candidato tibio y disidente que resulta ser Republicano sólo a medias y Conservador en nada y a quienes algunos "moderados" e "independientes" siguen promocionando y elevando a las alturas. En España también, incomprensiblemente. Porque McCain es el mal menor de esas "Tres Gracias" de aspirantes actuales a la Casa Blanca, pero nada más. Bien los sabemos quienes llevamos varios años sufriendo a McCain como uno de los dos senadores de nuestro estado de Arizona en Washington. Pero tal es la situación y no cabe llamarse a engaño en la actual y ruinosa oferta electoral que traen estas presidenciales de 2008 para la ciudadanía.
Aun así, McCain no debería olvidar la ofensa de Zapatero a la bandera de EEUU, la que nos representa a todos los norteamericanos, como bien supo ver Bush. McCain no debería tampoco perder de vista que fue Zapatero quien traicionó a EEUU retirando las tropas de Irak. George L. Argyros era entonces Embajador de EEUU en España. Hoy, curiosamente, aparece como asesor de McCain desde California, lo que confunde y complica todo aún más todavía… Finalmente, McCain debería saber también del fracaso económico de varias negociaciones ente EEUU y España que han afectado directamente a empresarios españoles y norteamericanos.
Cierto es que a la hora de escribir estas líneas la web oficial de John McCain no dice nada absolutamente de este asunto, nada sobre España y menos aún sobre Zapatero, ni siquiera en el área dedicada a las informaciones de prensa. Pero más allá de eso, más allá de la figura de McCain o lo que haga o deje de hacer, lo que está claro es que esta información de
El País facilita una orquestada maniobra del socialismo desgobernante español –apoyado por el diario prisaico- para contrarrestar el
aislamiento internacional de la España de Zapatero. Paradójicamente, es también la triste confirmación de que –contra lo que habían repetido Zapatero, De la Vega y Moratinos a los españoles- las relaciones de España con EEUU no son inmejorables, sino que están necesitadas de urgente recomposición.