McCain no es oro, ni tampoco reluce
Quienes siguen estas primarias norteamericanas (muchos aquí en LD, por lo que se ve en los interesantes comentarios de cada día aquí mismo) conocerán ya las dificultades de John McCain para congraciarse con la base conservadora del Partido Republicano. Algunos ya hemos dejado escritas en varias columnas de opinión las muchas dudas que tenemos sobre McCain, y esto pese a que casi con toda seguridad él será el nominado a la presidencia por los Republicanos. Quienes vivimos en Arizona ya conocemos de cerca al senador, aunque algunos por aquí y también por España sigan pensando que McCain es una buena apuesta. Nada más lejos de la realidad, como el tiempo se encargará de mostrar, llegue McCain o no a la Casa Blanca.
Porque McCain va a la suya y le importa poco o nada la base natural del Partido Republicano, que es la base conservadora. Porque McCain, poco versado en economía como él mismo tuvo que reconocer, no respeta plenamente el libre mercado y se muestra resentido contra Wall Street. Porque McCain es el mismo personaje que ya quiso alcanzar la Casa Blanca en 2000 y que perdió la nominación frente a George W. Bush. Y porque McCain cree ahora, pasados los setenta, que 2008 es su oportunidad, igual que ocurre con la burlada Hillary. Cierto es que McCain ha sabido llevar adelante una campaña astuta que ha sacado partido de la escasa fuerza de algunos contrincantes (F. Thompson, D. Hunter), de la poca y para mí inexplicable estima general de otros (R. Paul), de graves errores de estrategia de los favoritos (R. Giuliani) y, sobre todo, de la división del voto entre candidatos conservadores (M. Romney y M. Huckabee). Al final, McCain se llevará el gato al agua de la nominación, pero en su candidatura no hay oro ganador, ni nada parece relucir como debiera.
Esto es así por mucho que se empeñe la cada vez más centrista maquinaria Republicana y los amigos neoconservadores que ven a McCain como un buen candidato, o acaso sólo como un mal menor… Baste mirar las leyes o proyectos de ley firmados por McCain en estos últimos años: esfuerzos legislativos ligados siempre a personajillos del Partido Demócrata con quien McCain hace mejores migas que con sus propios colegas republicanos del Senado: revísese la Ley McCain-Feingold (contra la libertad de expresión), el proyecto de ley McCain-Kennedy (con una ridícula y fallida ley migratoria), los tratos con John Edwards y Joe Lieberman sobre la farsa del "calentamiento global"… Y todo esto, además del deseo confesado de McCain de cerrar Guantánamo, además de sus iniciales vaivenes sobre el tema de FISA, de su tajante oposición a la rebaja de impuestos de Bush... y a pesar también del caso de los 14 filibusteros liderado por McCain para torpedear la nominación de jueces al Supremo.
McCain no es oro, ni tampoco reluce, por mucho que algunos le presenten como el gran moderado o como el imán de los "independientes" que necesita ahora la Derecha norteamericana. Lo peor es que este gallardonesco personaje de la política norteamericana ataca siempre que puede a su propia base conservadora. Así lo hizo anteayer contra el popularísimo comentarista radiofónico conservador Bill Cunningham, quien había ido a apoyar su candidatura en Ohio a petición misma de la campaña de McCain. Como Cunningham llamó a Obama por su nombre completo -Barack Hussein Obama-, el setentón gruñón de McCain acabó condenando lo dicho por Cunningham e inició así otra vez una nueva batalla personal contra los conservadores. Puede que sea la última batalla y que McCain haya perdido ya a los conservadores definitivamente, eso... a menos que seleccione pronto un vicepresidente más en línea con esa importante base de votantes.
Quienes defendemos los valores conservadores norteamericanos –sí, aquellos del ayer tristemente fallecido William F. Buckley, de Barry Goldwater o de Ronald Reagan- no podemos estar, ni estaremos nunca felices con la nominación de McCain. Al senador se le caen prendas porque alguien en su campaña ataque a Obama, pero no tuvo reparo alguno en su día para lanzar pestes y serpientes contra la honesta labor de Donald Rumsfeld en Defensa. La clave en estas elecciones, pues, no es tanto a qué presidente se elige, sino a cuantos congresistas y senadores conservadores ponemos en Washington que puedan detener la fiebre de lo políticamente correcto de Obama, o de Hillary... o aun de McCain... Al tiempo.
Teniendo que darte la razón en una cosa fundamental (que John McCain no es tampoco el candidato de mis sueños), leo y releo una frase a la que realmente no sabría responder: no tengo problema en identificar, más o menos, a la base natural del Partido Demócrata, porque es m tan previsible como la del PSOE, pero, ¿cuál es exactamente la "base natural" del Partido? Porque los conservadores (obviamente, me incluyo), por esa querencia natural que tenemos de poner la libertad por encima de todo, tendemos a no querer etiquetas. Y por ejemplo, si la base natural del partido es la que forman las magmas de new born Christians que auparon en última instancia a Bush a la Casa Blanca (con la hábil ayuda de Rove), o el lunático Rush, o la chalada de Coulter... pues entonces yo no tengo nada que ver con esa base natural. ¿Es la base natural el típico redneck que se pone ciego de Coors mientras pega tiros a todo bicho viviente (me refiero a la caza, malpensados)? ¿O lo son los NASCAR dads y las clásicas soccer moms preocupadas por el terrorismo y por la diversidad (conozco a varias), en una nación que se ha tejido precisamente a base de diversidad? ¿Son los de los movimientos pro-vida que protestan cada día ante las clínicas abortistas --vergüenza y verdadero holocausto contemporáneo--, pero que al mismo tiempo respaldan la pena de muerte, o son los que a la mínima te enseñan su carné de la NRA? Honradamente, no lo sé, pero sí sé que prefiero a McCain que ha dicho hoy mismo, alto y claro, "No me rindo" antes que a un un Obama que quiere salir de Iraq ya (o a un Gallardón que prefiere olvidar el 13-M). Lo digo porque la comparación me ha sonado odiosa, dado que McCain ha servido con honor a esta nación, mientras Gallardón se ha servido de lo que queda de España y ha ofendido a todos los madrileños queriendo dejar la Casa de la Villa --¡qué mayor honor que ser alcalde de tu ciudad natal!-- para subir peldaños pisando a quien se le cruce.
Con respecto a lo de Bill Cunningham... ¿Imaginas a un candidato de izquierdas haciendo lo mismo con un cómico o figura de la radio, y que éste salga diciendo... pues mira, ahora voy a pedir el voto por la Clinton? Not in your wildest dreams. McCain tiene a todos los talk-hosts en contra, y mira que son influyentes, pero al final se ha impuesto al resto, y llegado el momento, tendrán que apoyarlo (la base republicana lo hará, créeme) o apencar con las consecuencias de Obama o Clinton, tanto monta, monta tanto. Y antes de que se me pase, gran pérdida la de Bill Buckley... insustituible, verdadero factor de lo que ha llegado a ser el movimiento conservador actual en USA. Que Dios lo tenga en su gloria. Buenas noches.
Dificil croosroad tendran los norteamericanos en el momentio en que tengan que optar entre B.H. Obama o H.R. Clinton por un lado y John Mcain por otro. Ninguno de ellos con las ideas lo suficientemente claras y la determinacion minima necesaria para hacer frente a los grandes peligros que acechan a nivel mundial. Todo ello para satisfacion de los carcaprogres de aqui y los radical chic de alli. Estamos perdidos.
@aah Esta gente que tú llamas "redneck", "soccer moms", o "new born Christians", igual no te caen bien. Como tú igual tampoco le caerías bien a ellos. Pero todos buscáis, imagino, algo en común, que es vivir la vida a vuestro modo. Y que nadie, por creerse en superioridad moral o intelectual a un "redneck", le impida beberse 20 cervezas al día. O que pueda censurar a una periodista que disfruta provocando a los políticamente correctos. Yo creo que la base conservadora está formada por gente que quiere vivir lo más libre posible, con la menor intervención gubernamental y un estado mínimo. Y a ser posible, que no les miren como extraterrestres, o les insulten continuamente por su forma de vivir.
Anderhl: Totalmente de acuerdo: ¡pero si lo primero que dije es que "por esa querencia natural que tenemos de poner la libertad por encima de todo, tendemos a no querer etiquetas"! Debería haber añadido: "a pesar de que nos las pongan". Por eso le decía a Alberto Acereda que cuesta dilucir qué es eso de la base natural conservadora. Lo de redneck, soccer mom o NASCAR dad no se lo llamo yo: se lo llaman los que hacen encuestas, los segmentan como tales en los propios partidos a efectos de calcular los perfiles de votantes, vamos, que no puedo atribuirme la idea...es más, en el caso de los rednecks, el término viene ya del siglo XIX, aunque nadie se ponga de acuerdo sobre su etimología exacta. Como he vivido casi dos años en Tennessee, y "on and off" en New Mexico, créeme que nada tengo en contra de esta gente... viví también casi 10 años en NYC y no por ello dejé de añorar diariamente la franqueza y la llaneza de los sureños y sureños del oeste, así que por ahí no me pillas. Ahora estoy en la Florida, inmersa en plena cubanía, y créeme que no podría estar mejor... Tampoco me siento moralmente superior a nadie en ese sentido, pero sí me molesta que los new born Christians, en concreto, se hayan metido hasta la cocina de la Casa Blanca, porque al final le han hecho daño al partido y a la imagen de los muchos conservadores que no somos cristianos. La Constitución afirma sin ambages que la idea de Dios está en nuestras raíces como estadounidenses... pero no la de una religión concreta. La oficina del capellán del Senado dice algo con lo que estoy totalmente de acuerdo: "Throughout the years, the United States Senate has honored the historic separation of Church and State, but not the separation of God and State." No está mal aspirar a que se cumpla el espíritu de la carta magna, ¿no crees?, y ahí sí creo que McCain gana de largo frente al resto de candidatos, de su partido o del demócrata.
Si no me equivoco, las "soccer moms" son las madres que están muy implicadas en el cuidado de sus hijos, que participan actívamente en la vida del centro escolar en el que estudian, etc. Creo recordar que este segmento de voto es muy importante, ya que está altamente movilizado, y es importante -no sé si en la victoria de George W. Bush- en cuando a la difusión del ideario que defiende el Grand Old Party. ¿Me equivoco? Si alguien me puede explicar más al respecto, quedaría muy agradecido. Por cierto y que no se me olvide, Alberto, un magnífico artículo. Bueno, como todos :) Saludos, Gorka