McCain, McRajoy, McGallardón...
Aunque a algunos pueda sorprenderles este título, viene éste a cuento porque la actual descomposición ideológica de la derecha española anidada en el PP cabe hacerla también extensiva, al menos en una pequeña porción, a un sector de la derecha norteamericana, particularmente al entorno de John McCain. Por eso, a lo de “McCain, McRajoy, McGallardón…”, cabría añadir “y otros macpeperos y gringos de la misma condición”. Más allá de la broma, el asunto no es banal. Sería injusto, es verdad, equiparar del todo la diarrea ideológica en el seno del PP en España con la empanada mental que aquí muchos observamos atónitos también en las filas del GOP, o sea el Partido Republicano. Mas, por lo mismo, sí es justo señalar ciertos paralelos entre ambos escenarios políticos en la derecha transatlántica.
McCain –como McGallardón siempre y como McRajoy últimamente- personifica mejor que nadie esa actitud de continuo guiño y hasta obediencia intelectual a la progresía. Conocidos son los constantes abrazos de McCain a los senadores del actual Partido Demócrata, que es una especie de PSOE aunque algo mejorado pero igualmente giliprogre y demagógico. Y también, como el PSOE, poco democrático, según prueba el fiasco que se viene con los “superdelegados” que es otra farsa del sistema de primarias “Demócrata”, como veremos todavía en las próximas semanas en la lucha Obama-Clinton. Volviendo a McCain: tanto y tan sublime es el amor maccainita por esos “Demócratas”, “moderados” e “independientes” que a ellos habla y a ellos se dirige mientras ningunea a los conservadores que –por el voto cautivo- no tienen otra opción. Un poco, en fin, como en España... aunque sin suspiros. Y es que, con esos mismos progres estuvo McCain ya a punto de acostarse en el 2000 tras perder las primarias y con esos también estuvo casi listo para mudarse de chaqueta e irse de vicepresidente con John F. Kerry, a petición de éste, según han dado cuenta varios diarios hace unas semanas.
Durante los días previos al “supermartes” de febrero algunos no dejamos de escribir sobre la más que dudosa coherencia ideológica de McCain respecto a la derecha conservadora norteamericana. Afirmamos entonces, como ahora, que McCain podrá ganar posiblemente la presidencia pero que será difícil que lleve adelante iniciativas reales. Y no sólo por la más que posible mayoría Demócrata en las dos cámaras, sino también porque McCain tiene en poca estima el ideario conservador. Si en España ya McRajoy y McGallardón han renunciado a los principios de Thatcher o Reagan para atacar a quienes se mantienen fieles a esos principios, valga decir que en Estados Unidos, también McCain –que es el padre fundador del servilismo y la derecha idiotizada y progre en esta orilla- también se dedica a despreciar en cuanto puede a los conservadores de su propio partido. Así lo confirma el último episodio en Carolina del Norte, al hilo de un anuncio contra Obama elaborado por parte del GOP estatal, condenado y casi censurado por el buenismo majadero de McCain. Y eso, a la vez que aprovechaba un viajecito a Nueva Orleáns para criticar a estas alturas a Bush por lo del huracán Katrina… e ignorar a quienes le exigimos un ticket electoral con vicepresidente conservador.
Ya sabemos que las comparaciones no pueden nunca resultar exactas pues ya quisiera el PP para sí buena parte de las personas que hoy mueven el movimiento conservador en el Partido Republicano. Sin embargo, lo cierto es que aquí en Estados Unidos, como allá en España, cada vez resulta más visible y preocupante la creciente importancia de estos capitostes de la derecha idiota y acomplejada y su fractura con la base votante ciudadana: la que busca soluciones e iniciativas reales sobre el cimiento de un ideario plenamente ubicado en principios como los de Thatcher o de Reagan. McCain, cierto es, siempre será mejor que McRajoy y McGallardón juntos. Aun así, todos estos figurones –como muchos meapilas de su círculo- siguen ignorando -por un lado- el reclamo verdaderamente conservador de un amplio sector de su base social y -por otro-prosiguen babeando ante su idílica y errada visión de la progresía.
Hoy entendemos bien que ni McRajoy ni McGallardón son lo que necesita la derecha española. También sabemos, sin que el paralelo sea exacto, que McCain no es tampoco el mejor líder para la derecha norteamericana: ahí están sus adulterios con la izquierda al despreciar inicialmente y votar en contra de la rebaja de impuestos de Bush; allá recordamos sus esfuerzos por liderar la banda de los catorce filibusteros en el asunto de la nominación judicial del juez Alito; por ahí aparecen sus recientes ataques a Bush por lo de Katrina o la cantinela contra la base de Guantánamo y el tema de la supuesta tortura; por allá se airea su locura progre con la farsa del calentamiento global a lo Gore, aparte de sus constantes dudas a la hora de enfrentarse con fuerza a Obama o a la Clinton. En suma, que detrás del viejo veterano de guerra, McCain es también un maricomplejines a lo gringo. Con distintas modulaciones y caretas, este abandono de principios constituye la gran tragedia de la derecha ideológica, aquí y allá, nos guste o no. Lo bueno es que aquí al menos –gane o pierda McCain- su figura pasará y volverá a haber primarias dentro de cuatro u ocho años…Lo mismo sería deseable para España... y cuanto antes, mejor.
Hoy entendemos bien que ni McRajoy ni McGallardón son lo que necesita la derecha española. También sabemos, sin que el paralelo sea exacto, que McCain no es tampoco el mejor líder para la derecha norteamericana: ahí están sus adulterios con la izquierda al despreciar inicialmente y votar en contra de la rebaja de impuestos de Bush; allá recordamos sus esfuerzos por liderar la banda de los catorce filibusteros en el asunto de la nominación judicial del juez Alito; por ahí aparecen sus recientes ataques a Bush por lo de Katrina o la cantinela contra la base de Guantánamo y el tema de la supuesta tortura; por allá se airea su locura progre con la farsa del calentamiento global a lo Gore, aparte de sus constantes dudas a la hora de enfrentarse con fuerza a Obama o a la Clinton. En suma, que detrás del viejo veterano de guerra, McCain es también un maricomplejines a lo gringo. Con distintas modulaciones y caretas, este abandono de principios constituye la gran tragedia de la derecha ideológica, aquí y allá, nos guste o no. Lo bueno es que aquí al menos –gane o pierda McCain- su figura pasará y volverá a haber primarias dentro de cuatro u ocho años…Lo mismo sería deseable para España... y cuanto antes, mejor.
Con todo el cariño, D.Alberto, nada que ver. Yo tengo de McCain una opinión que va entre la de Ann Coulter o Rush Limbaugh y la de Bill O'Reilly, pero de Gallardón y, ahora, Rajoy, ni le cuento. La diferencia sustancial está en la existencia de sociedad civil, o sea, sociedad, en América, y su realidad cada vez más menguante aquí. Tras las lassalladas y chorradas de los peperos, media España está a los pies de los caballos y sometida a la corrección política del rojerío reinante, que no puede ser más mentirosa y horrenda. Hombre sí, podría ser Somalia, pero a esos también les pagamos. Total que cuando se acabe esta fiesta, si es que esto es una, la resaca va a ser monumental y volver a ponerse de pie va a costar Dios y ayuda. Pero, eso sí, no nos resignamos.Coincido con la necesidad de primarias en España, y de muchas cosas más, a ver si convencen a Ana Botella desde el blog.
McCain no tiene una ideología genuinamente republicana, pero es lo que hay. Quizás en las circunstancias actuales las simpatías que despierta en cierto electorado demócrata le sirvan para ganar las elecciones, aunque esto no está claro. Una encuesta de Associated Press-Ipsos muestra que H. Clinton ganaría a McCain (50% a 41%). Con Obama la cosa está prácticamente empatada (46-44). En la elección de Presidente participan todos los ciudadanos, no sólo los del propio partido -como ocurre en las primarias-, y por tanto el que muestra un mensaje más moderado, mas de centro si se quiere decir así, tienen más probabilidades de salir elegido. Un McCain mas puramente republicano seria mas vitoreado dentro del GOP pero no contaría con más apoyo a nivel general, seguramente sería al revés. En cuanto a las primarias en España: 1.-No es una tradición española ni europea, donde estas situaciones de “división” son generalmente castigadas por el electorado. 2.-Al PSOE se le ocurrió hacerlas en una ocasión y fue un rotundo fracaso (Borrel). 3.-Las primarias no aseguran nada sobre la valía del candidato. Prueba de ello es que lo mejor que ha salido de las primarias en el partido republicano es McCain. 4.-Y además, no se hacen unas primarias con cuatro años de adelanto sobre las elecciones. No me parece que hacer unas primarias deba ser la piedra angular de la estrategia política del PP. Pero, ¿quien sabe?
Chatanoo: no estoy de acuerdo. En primer lugar, en lo de que el candidato más "centrista" tenga siempre las mayores posibilidades de ganar: mira cómo ha vencido en España un Zapatero totalmente escorado a la izquierda. En cuanto a los "mavericks" como McCain o Gallardón, nunca se sabe si los pocos votos que puedan arañar por el centro-izquierda se van a ver compensados por otros que pierdan por su derecha. En España, mucha gente con convicciones liberal-conservadoras claras dice que nunca votaría a Gallardón, y en USA parece ocurrir lo mismo con McCain. El hecho de que las primarias republicanas hayan producido un candidato insatisfactorio como McCain no invalida a las primarias como procedimiento de selección. Otras muchas veces se ha acertado a elegir al mejor candidato posible. E incluso en las de este año, Romney hubiera podido vencer de no haberse metido por medio el tonto de Huckabee, que se alimentaba de un mismo tipo de votantes. Al PSOE de 1998 le vinieron de miedo las primarias: levantaron la moral de los militantes, y en las encuestas de intención de voto el PSOE recuperó varios puntos, llegando a ponerse por delante del PP. Claro, si después el aparato del partido (sirviéndose del grupo PRISA) apuñala por la espalda al nominado, eso ya es otra cosa. Más aún si después se termina presentando como candidato precisamente al perdedor de las primarias (Almunia). Las primarias en sí fueron muy bien; lo que fue mal fue el navajeo posterior (que demostró que el PSOE no creía realmente en ellas).
Bueno,puede que las primarias no sean la solución perfecta, pero de verdad con la que está cayendo ahora en el PP me parece la purga milagrosa para este momento. Es verdad que en unas primarias se puede elegir a un tonto, pero si encima te lo eligen a dedo ya me direís. En cuanto al famoso anuncio, he visto una foto en un peródico español y es impresionante el cartel de la iglesia del famoso predicador racista y a un lado el nombre de Osama y a otro el de (B)Obama. Espero que Mac haya dicho con la "boca chica" que no lo saquen, mientras lo cuelga en internet alguna asociación no ofical del Partido Republicano. Es lo que hubieran hecho aquí los de ZP. Aquí en los medios españoles se ha organizado una buena con lo del raccionamiento de arroz. Si ves el periódico gubernamental parece que en los USA se mueren de hambre, como lo han aireado. Claro que si lees otro periódico, te enteras que lo que se racciona es la venta a mayoristas para que estos a su vez no hagan negocio y que al público se le vende lo que quiera en cantidades pequeñas de un Kilo. Vi una foto en la que un saco de 10 Kilos o más costaba 15.95 dólares, traducido a euros me pareció bastante barato. Los que vivís alli ¿pensaís que esto va a influir en la campaña?. Un saludo
Las primarias forman parte de la tradición del sistema político americano y funcionan bien si no se les exige lo que no garantizan. Sobre las primarias en España, me surgen dudas: ¿Se arreglarían los problemas del PP si Gallardón saliera elegido candidato en unas primarias? (cosa nada descartable según la encuesta publicada ayer en diario El Mundo). ¿Seria mejor Rajoy si fuera él el elegido? Si estamos de acuerdo en que las primarias no aseguran un candidato vencedor ¿por qué cambiar hacia un sistema novedoso que no asegura los resultados? Si (en una empresa hipotética) hasta la fecha nos hemos equivocado eligiendo al CEO ¿Implantaríamos en nuestra compañía un nuevo sistema de selección del Consejero delegado que no garantiza la capacidad del candidato? ¿Por qué en los paises de la UE no se celebran primarias? En EEUU el candidato se nomina dos meses antes de las elecciones ¿se nombraría en España con la misma antelación? Me surgen mas dudas, pero no son horas. Y termino como terminé mi post anterior: No me parece que hacer unas primarias deba ser la piedra angular de la estrategia política del PP. Pero, ¿quien sabe? PD Otro día hablaremos de cómo un radical tipo ZP puede ganar unas elecciones.