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Democracia en América

La bendita recesión

La clave para salir de una recesión económica es reconocer que es la propia recesión la que actúa como motor de recuperación. Es decir, la recesión salva la economía.

En primer lugar, la recesión quita recursos escasos de empresarios ineptos y los redirige a gente que sabe utilizarlos para satisfacer las necesidades más urgentes de los consumidores.

Pero además, la recesión aumenta la demanda de dinero. La incertidumbre entre los individuos hace que restrinja su consumo y empiezan a ahorrar más. También hace que liquidan activos para pagar sus deudas. Estas dos actividades reducen la cantidad de dinero en circulación y llevan a que los precios bajen. Tal deflación, aunque suele tener mala fama, sanea la economía. Elimina la burbuja de irrealidad y la economía vuelve a estar en línea con las preferencias reales de los consumidores.

Sin embargo, parece que ningún político se da cuenta de esta tendencia descubierta por la ciencia económica. Todos tienen un "plan" para salvar su país de la crisis. Tanto Bush como Obama venden un paquete de medidas para estimular la economía. Tales medidas parecen una lista de lo que uno no debe hacer nunca para salir cuanto antes de una recesión.

1) Retrasar la liquidación de empresas débiles y continuar la inflación

Pues en vez de dejar que el mercado elimine las empresas débiles, el gobierno norteamericano y su banco central, la Reserva Federal, se están empeñando en seguir prestando dinero a GM, Ford, Citibank, Bank of America, Bear Stearns y una larga cola de empresas. Quieren expandir la oferta de crédito bancario a pesar del hecho, reconocido por casi todos, que fue precisamente la expasión crediticia la que creó el actual problema al fometar préstamos a empresas que no producían bienes demandados por los consumidores y a individuos que nunca podrían pagar sus deudas.

2) Aumentar el gasto público

Como todo lo que gasta el gobierno es consumo, cualquier aumento del gasto público quita fondos que podrían haber sido ahorrados y hace más larga la recesión. Dado que Washington quiere gastar casi un trillón de dólares, está bastante claro que la recesión va a seguir un buen rato.

3) Mantener los precios altos

Cualquier intento por parte del gobierno de mantener los precios por encima de lo que dicta el mercado producirá un exceso que las empresas no podrán vender y pospondrá la vuelta de prosperidad. Por ejemplo, las empresas de productos lácteos y ganado están presionando a los representantes para que metan en el plan de estímulo un apartado que diga que el gobierno comprará el exceso de leche y carne para así mantener sus precios artificialmente altos. Lo único que hace este tipo de medida es forzar a los consumidores, en su papel de contribuyentes, a comprar productos que no quieren y retrasar el proceso de reajuste.

En suma, los políticos norteamericanos están totalmente equivocados. Ven la recesión como el problema y el "boom" como la solución. La realidad es todo lo contrario. El "boom" fue el problema y la recesión sería la solución siempre y cuando el gobierno la dejara actuar.

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