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Conservadores y liberales en el punto de mira

Las primarias norteamericanas apuntan ya a una casi segura lucha final para la presidencia entre McCain y Obama. El martes tampoco se aclararán del todo las cosas, pero vamos llegando ya al final. Entretanto, vale señalar que desde hace algún tiempo, y mirando el pulso político electoral en Estados Unidos y en España, uno tiene la impresión de que se está intentado silenciar a la base social y electoral que defiende de verdad la libertad: la conservadora, en Estados Unidos, y la liberal en España. La una, como parte importante del Partido Republicano; la otra, como uno de los sectores del Partido Popular.

Todo esto ocurre porque, en el fondo, el ideario liberal-conservador resulta ser una amenaza para quienes creen poco o nada en la libertad, o para quienes prefieren vivir de la política barata. Un gran liberal como Friedrich A. Hayek reconocía a la hora de escribir Los fundamentos de la libertad que, efectivamente, los defensores de la libertad no tenemos prácticamente más alternativa, en el terreno político, que apoyar a los llamados partidos conservadores. La posición que Hayek defendió a lo largo de su ejemplar y recomendable obra puede calificarse de conservadora, pese a que –como el mismo Hayek reconocía- tal etiqueta se correspondía a la definición “conservadora” norteamericana, distinta de aquella idea a la que tradicionalmente correspondía la denominación “conservadora” en Europa. Esta importante cuestión conceptual y geográfica es ahora la que, entrado ya el siglo XXI, debemos reconocer quienes defendemos la libertad por encima de todo, nos llamemos liberales o conservadores.

 

Ese ir y venir en la España de hoy con disputas entre las etiquetas “liberal” y “conservador”, afirmando una y negando la otra, o al revés, es un debate estéril dada la actual situación política. Aun así, lo presenciamos muy a menudo entre personas honestas y sensatas. Todo esto sorprende sobremanera porque, en el fondo, tanto los liberales –en terminología española- como los conservadores –en terminología norteamericana- formamos parte de un parecido tronco ideológico. Cuando quien esto escribe se define desde Estados Unidos como “conservador” lo hace porque –como también vio agudamente Hayek- no existe en la historia de Estados Unidos nada que se asemeje en puridad a esa actual oposición europea (y española) en terminología que opone a “liberales” y “conservadores”. Lo que en el ámbito europeo –y español- se denominó “liberalismo” en su sentido clásico es justamente lo que constituyó la semilla sobre la que floreció la vida política norteamericana. Pero no se olvide que la progresía radical y los socialistas norteamericanos son los que comenzaron a atribuirse el apelativo de liberales (“liberals”). De ahí la confusión.
  

En consecuencia, está bien participar en la batalla de las ideas pero a los liberales que en España andan atacando con cierta saña el ideario “conservador” norteamericano (y de paso atacan lo conservador español) o a quienes nos califican –por ser conservadores- de especie de carcas, autoritarios, intransigentes en lo religioso y otras patrañas, no les vendría mal  acercarse verdaderamente a lo qué consiste aquí el conservadurismo y también a algunos nombres de la nada repudiable tradición conservadora española. Hayek mismo mencionaba con admiración a Donoso Cortés, por ejemplo. Fue también Hayek mismo quien dejó ya expresamente escrito su desencanto con la palabra “liberal” en Europa y reconoció cómo el liberalismo europeo de tipo racionalista, lejos de propagar la filosofía realmente liberal fue allanando los caminos al socialismo y facilitando su implantación. Vale la pena no olvidarlo, sobre todo porque cuando Hayek explica sus razones para no ser conservador, se refiere al término en la acepción europea, no en la norteamericana.

 

Si tenemos esto en cuenta, si aceptamos ciertas diferencias pero también un compartido amor a la libertad entre conservadores y liberales, entenderemos el error de quienes confunden dónde radica el enemigo. Desde luego, no está dicho enemigo en el conservadurismo, ni tampoco entre figuras concretas de ese conservadurismo, aunque -como todos- puedan equivocarse en ciertas afirmaciones. Para comprobarlo, bien harían nuestros amigos liberales españoles en comparar lo que dicen Hayek y otros grandes liberales clásicos con lo que a lo largo de la historia han dicho también figuras claves del conservadurismo: desde los Locke, Tocqueville, Burke o Lord Acton de ayer hasta los posteriores Goldwater, Kirk, Buckley, Reagan o Gingrich. Al contrastar esas lecturas, y al aceptar algunas diferencias y analogías, vale la pena unir fuerzas en una verdadera coalición transatlántica donde conservadores y liberales (incluidos también los libertarios) nos demos la mano en defensa de la verdadera libertad.

Cuando eso no se hace, las bases electorales y los grupos humanos de ideas se resquebrajan. Ocurre entonces que los partidos políticos son secuestrados por políticos de carrera y funcionarios de alfombra y de turno. En el Partido Republicano, se han venido traicionando desde hace ya algún tiempo los valores conservadores y, ahora mismo, su candidato presidencial está intentado silenciar a la base conservadora. El error habrá de pagarse tarde o temprano. En el Partido Popular, a liberales y a conservadores, se les ha invitado expresamente a que se vayan del partido, en otro error que sólo favorece a la progresía más antiliberal. Es ahí justamente donde liberales y conservadores debemos buscar un mayor acercamiento y no una separación. La pelea no es, ni debe ser, entre nosotros.

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comentarios
1 iuris, día

Al final lo que todo esto lleva a pensar es que los partidos se han convertido, no en la representación y sentir de las personas que los votan, sino en unas "superestructuras" en el peor sentido marxista del término, que solo buscan perpetuarse en el poder y que de paso constituyen la profesión de muchas personas que no podrían ganarse la vida fuera de la política. Entonces te preguntas: ¿Este partido representa lo que yo creo?, ¿hay otro al que votar que las represente mejor?, y ahí creo está la respuesta. En España el PP (que no se define organicamente como conservador ni liberal sino como de centro -reformista), se aprovecha de ser la opción menos mala para los liberales y los conservadores y de, hasta ahora, conseguir que liberales y conservadores no se mataran entre ellos dejando el campo libre al contrario. A ello contribuye la total ausencia de debate intelectual entre nosotros y a la listeza de la izquierda en su propaganda, o estás con ellos y entonces defiendes la libertad, la igualdad, la ecología, la paz en el mundo, el derecho al trabajo, la educación de calidad, y los peces de colores o simplemete eres "facha". Al final era verdad, la mentira y la manipulación, unidos al dominio de los medios de comunicación, son las auténticas armas revolucionarias. De la distinción entre liberales y conservadores todavía se están riendo.

2 Perseo25, día

Este debate comenzó cuando David Jiménez decidió “tratar el tema de lo que es ser "conservador" en Estados Unidos y la problemática que acarrea el término”. Una vez planteado el tema debemos aclarar las posibles diferencias entre liberales, conservadores y libertarios, al margen de que esto pueda beneficiar a los socialdemócratas. El objetivo no debe ser enfrentarnos entre nosotros sino poner a prueba nuestras propias convicciones, intercambiar información que pueda sernos útil a todos y ser más conscientes de nuestros muchos puntos en común para formar grandes coaliciones capaces de llevar a la práctica nuestras ideas. Yo descubrí el movimiento liberal-conservador leyendo a Hayek, cuando buscaba una explicación realmente convincente acerca de la esencia del nazismo (socialismo nacionalista). Me defino como liberal pero soy consciente de que comparto muchas de las ideas del conservadurismo americano y de los libertarios. Sin embargo, tengo muchas dudas en algunos aspectos como la legalización de algunas drogas planteada por Milton Fiedman. Reconozco que no tengo un criterio claro al respecto y me dirijo a ustedes para salir de dudas. http://www.liberalismo.org/articulo/350/53/entrevista/milton/friedman/acerca/guerra/

3 chatanoo, día

Planteado este debate histórico-conceptual, estoy totalmente de acuerdo con la afirmación“es un debate estéril dada la actual situación política”. Como grupo de trabajo en la asignatura Teoria del estado y sistemas politicos tendría su utilidad, y además ayudaría a aprobar. En la práxis política diaria este debate, sino irrelevante, es de un interés muy limitado. Los partidos políticos de derechas elaboran sus porgramas electorales y sus propuestas partiendo de una base difusa liberal-conservadora-centrista. No debe olvidarse que los partidos politicos “venden” unas propuestas para la vida del pais, constituido por millones de ciudadanos diferentes, donde las “especies puras” no existen. Un individuo que se defina como de derechas tendrá percepciones liberales, conservadoras. demócrata-cristianas y hasta socialdemócratas según qué asunto, y cómo se le plantee. Me parece de mayor utilidad que McCain, Huckabee y los demás (es decir,la práctica política del dia a dia) se dediquen a elaborar un programa político y una estrategia electoral capaz de ganar en noviembre, antes que a discutir esencias conceptuales. La ponencia política que apruebe el PP en Junio tendrá planteamientos que podrían encuandrarse en diferentes ideologias. Así ha sido en congresos anteriores y así será en éste. Despues hablaremos del “centro-reformista”, de “centro-derecha” y terminología semejante; pero esto es ya puro marketing político.

4 Munzenbe, día

Que el credo político que en Europa suele ser conocido como "liberal" (confianza en el mercado y la libre empresa, reticencia frente al "big government", defensa de la desregulación y los impuestos bajos, garantía de un ámbito de autonomía individual inviolable, reconociento de la libertad de expresión y de cultos, etc.) suela ser llamado en EEUU más bien "conservative" no deja de tener su lógica: ese credo constituye precisamente la raíz filosófico-política, el hontanar original de la nación americana; es, por tanto, lo que hay que CONSERVAR (frente a la amenaza representada por el excesivo intervencionismo estatal, el activismo judicial, los comunitarismos y multiculturalismos diversos, etc.; es decir, frente a los "liberals", los progres de allí). EEUU nace directamente como nación liberal; ser "conservador", allí, equivale a defender la libertad, inscrita en el código genético del país desde su misma aparición. En Europa, en cambio, los liberales tienen que luchar durante todo el siglo XIX contra unos conservadores que defienden, no las libertades, sino los vestigios del Antiguo Régimen. Con todo, pienso, como Alberto, que los idearios liberal y conservador han ido convergiendo a lo largo del siglo XX, y que hoy lo más procedente es unificar ambos términos en una misma etiqueta "liberal-conservadora". Las diferencias son de matiz o grado, más que de fondo. Creo que lo que hoy distinguiría a un conservador de un liberal podría ser: 1) un mayor énfasis en la importancia de la familia y su protección adecuada por las leyes; 2) la oposición al aborto libre; 3) mayor énfasis en la cuestión de la seguridad ciudadana; 4) en países amenazados por procesos secesionistas, mayor énfasis en la innegociabilidad de la unidad nacional; 5) valoración positiva del papel histórico del cristianismo, y disposición a proteger lo que queda de él. Pero hay liberales que comparten al menos algunos de estos 5 puntos, así que es imposible trazar una frontera nítida.

5 hayek197, día

Chapó por el artículo Alberto, pues existe mucha confusión que sólo los que indagamos conseguimos llegar a dilucidar los términos con más o menos acierto en un campo lleno de matices y relaciones cruzadas. Un par de apuntes en la línea de lo que dices al final del artículo: 1º Pese a existir una considerable brecha entre el ideario conservador (más en sentido doctrinario-académico, pues éste es más complejo de lo que parece a primera vista como Robert Nisbet nos recuerda, que social-pragmático-actual) y el libertario, en este diario coexisten perfectamente conservadores-liberales con libertarios como Valín, y nos entendemos todos a la perfección pues nuestros debates son constructivos y útiles, y llegamos con gran acierto a dilucidar muchos planteamientos problemáticos con que nos enfrentamos a prioi.O sea, que la concialiación no sólo es deseable sino que es una realidad en una parte importante de los que dedicamos esfuerzo en analizar los sustentos "ideológicos". Y 2º, es una pena pero por desgracia existe una mayor cultura de lo que significa ser conservador en US que su equivalente en España, el liberalismo. Gran parte del electorado vota a PP pero carecen de una cultura de las ideas, pues tienen sólo a grandes rasgos superficiales sus tesis que sirven de sustento de su voto. Por todos los sitios la palabra liberal se asimila a lo banal y relativo, y tampoco en España se sabe lo que significa verdaderamente el conservadurismo. Quizá todo ello es fruto de lo que Tocqueville acertadamente predijo, sólo que parece que a la inversa, pues parece que EEUU tiene más claras sus ideas entre la población que los europeos, pese a partir con la ventaja de la "superioridad" intelectual heredada de la aristocracia. Todos debemos dejar un tiempo para reflexionar, pero los que más en serio se lo toman pese a su gran pragmatismo son los americanos.