Los republicanos continúan con la batalla legal en EEUU. Entre las múltiples demandas que está interponiendo Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado personal del todavía presidente Donald Trump, se encuentra la acusación de amaño electoral a la empresa del software de Dominion Voting System, Smarmatic, y la española Indra, compañía española especializada en el sistema digital de votos.
Las declaraciones del jurista americano han supuesto una verdadera bomba informativa que, una vez más, ha sido censurada por el mainstream mediático. En concreto, según Giuliani, entre las diferentes estratagemas usadas para manipular los resultados se encuentran errores informáticos detectados en el sistema de Dominion. Los investigadores han tirado del hilo y han encontrado un sospechoso historial de la compañía, utilizada en las elecciones americanas de 2020.
"Las máquinas pueden ser hackeadas, no hay duda de ello, pero a lo que nos enfrentamos es mucho peor. Dominion es propiedad de otra compañía, Smartmatic, a través de una intermediaria llamada Indra. Fue creada en 2002 o 2003 por tres venezolanos muy cercanos al dictador Hugo Chávez, y se montó con el fin de amañar las elecciones de Venezuela. Dominion es una empresa canadiense, pero todo su software es de Smarmatic. Así que todos los votos van a Barcelona a través de Indra", explicó Giuliani en una entrevista a la cadena Fox.
Y prosiguió: "Nos encontramos usando un software de una compañía extranjera que es propiedad de venezolanos afines a Chávez y que ahora están con Maduro. Tienen una larga trayectoria. Estas empresas fueron fundadas para amañar las elecciones. Tienen una historia terrible y son extremadamente hackeables", reiteró el abogado de Trump.
Sidney Powell
En la misma línea se ha pronunciado la ex fiscal Federal y abogada de la campaña de Trump, Sidney Powell. La reputada letrada, conocida por ser una de las mejores juristas de EEUU, ha señalado abiertamente que tienen evidencias más que suficientes para demostrar que las elecciones fueron amañadas: "El fraude se organizó con la ayuda de las grandes corporaciones tecnológicas, las redes sociales y los medios. Los voy a exponer a todos", manifestó en una entrevista en la Fox.
Además, Powell ha indicado que el software electoral de Dominion Voting Systems, Smartmatic, fue diseñado para "manipular las elecciones", y "lo ha visto acontecer en otros países". La asesora legal ha asegurado "tener tantas pruebas que siente como si vinieran por una manguera de incendios". Pero esto no es todo. El escándalo podría ser aún mayor.
La famosa abogada republicana va a demostrar que se pueden cambiar los votos en tiempo real con un dispositivo USB desde Venezuela. "Hemos identificado matemáticamente el algoritmo exacto que utilizaron y planearon usar desde el principio para cambiar los votos a favor de Biden". Y hay más. Los demócratas están el ajo, según ha indicado Powell. Veamos.
Smartmatic y los demócratas
El actual presidente de la junta directiva de Smartmatic Voting Machine, Peter Neffenger, ha sido nombrado hace pocos días miembro del "Equipo de Transición" de Joe Biden. ¿Casualidad? Este movimiento de posición no ha hecho otra que confirmar las denuncias de los republicanos sobre los lazos entre los demócratas y la multinacional especializada en sistemas de votación electrónica.
Powell lo tiene muy claro. "El presidente Petter Neffenger es un vínculo directo de Smartmatic con el equipo de Biden. Trump no ganó por cientos de miles de votos, sino por muchos millones de votos. Ha habido un fraude electoral criminal masivo". En este sentido, ha advertido a los gobernadores demócratas que no certifiquen los resultados o "serán partícipes de dicho fraude". Y añadió a su acusación que ha habido chantajes y prebendas en los Colegios Electorales. "Cada estado que compró máquinas de votación de Dominion va a tener una investigación criminal de los oficiales que compraron este software. Incluso tenemos evidencia de los sobornos recibidos".
Al hilo de estas revelaciones, una extrabajadora de Detroit, Melissa Carone, que fue empleada de Dominion Voting Systems y contratada para vigilar las máquinas de conteo de sufragios, se ha grabado en vídeo para confirmar que "fue testigo del delito electoral". La joven dice que vio "cómo los trabajadores electorales en el TCF Center repetidamente procesaron los mismos lotes de 50 papeletas, a través de los contadores, hasta ocho, nueve y diez veces. También atestiguó que no había una supervisión legal legítima del proceso de votación, y que observó a los trabajadores electorales duplicar las papeletas mientras cambiaban los votos de otros. "Estaban robando las elecciones y cambiando los resultados a la vista de todos", puntualizó.
Por todo ello, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela y exiliado en Estados Unidos, Miguel Ángel Martín, se unió a las acusaciones de Smartmatic y recordó el fraude masivo que vivieron en su país.
La española Indra
En cuanto a la acusación de interferencia electoral que Giuliani ha lanzado contra la española Indra, la empresa ya ha dicho que no tienen nada que ver con el presunto fraude en el conteo de votos en Estados Unidos. Niegan tener relación con el software de Dominion y Smartmatic. Su directiva sí ha admitido que hizo algunos proyectos pilotos para el conteo de votos en algunos estados de EEUU en 2004.
Cabe recordar que el Gobierno de Pedro Sánchez adjudicó a Indra el recuento electoral del 10 de noviembre de 2019. Lo hizo a través del procedimiento de emergencia y sin mediar concurso público, tal y como adelantó El País. Según el diario, el Ministerio del Interior "decidió tramitar por esta vía de emergencia todos los contratos de la próxima cita electoral, incluidas las campañas institucionales, el alquiler de Ifema, los sobres y otros aspectos". Esta forma de contratación es un figura muy excepcional pensada para catástrofes naturales.
El Gobierno de Sánchez recurrió a esta fórmula dos veces. La primera fue en los comicios del 28 de abril de 2019. Según Interior, "el escaso margen de tiempo con el que se convocaron le impedía contratar los servicios y suministros por la vía habitual, la del concurso público. "De no hacerlo así, desde Interior se explicó que habría un "grave peligro" para España de "no poder celebrar las elecciones", recoge El País.
Otro de los casos en los que Indra estuvo envuelta en un escándalo fue en Venezuela, donde intervino por primera vez en 1998. La compañía española experta en sistemas de conteo de votos automatizados obtuvo la licitación en las elecciones de ese año. En esos comicios ganó por primera vez el comunista Hugo Chávez.
La empresa aclara que finalizó su relación con Venezuela en el año 2000. Indra fue señalada por los principales opositores de Hugo Chávez, quienes pusieron en entredicho la fiabilidad de los resultados electorales.
Por su parte, Smarmatic y Dominion, al igual que Indra, se ha desmarcado de las acusaciones de los letrados del partido republicano. La multinacional española ha sumado a su comunicado la dilatada experiencia internacional que poseen, dado que "han participado en más de 400 elecciones de 40 países y que han procesado más de 4.000 millones de votos".
Por último, los abogados americanos, que han apuntado a Barcelona como lugar donde se procesaron los datos de las elecciones de EEUU, han anunciado que próximamente irán sacando a la luz más noticias sobre la investigación y esperan llegar a la Corte Suprema con las pruebas.