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El fraude de Jack Dorsey: el CEO de Twitter censura a Trump en pleno conteo de votos

El tuit del presidente republicano denuncia en la posible trampa en el recuento de votos en los comicios de Pensilvania.

Donald Trump y Jack Dorsey | Cordon Press

Jack Dorsey, el CEO y cofundador de la red social Twitter, lo ha vuelto a hacer. El empresario de Misuri no se ha cortado ni un pelo. En pleno conteo de votos, cuando el presidente de Estados Unidos publicó un tuit de denuncia sobre el posible fraude electoral, Dorsey censuró el tuit para los más de 87 millones de usuarios que siguen a Donald Trump y para aquellos que, sin seguirlo, consultan la cuenta oficial del republicano y dan cobertura a sus declaraciones.

"Están tratando de robar las elecciones, nunca les permitiremos que lo hagan. Los votos no se pueden emitir después de que las urnas están cerradas", denunció Trump refiriéndose a los comicios de Pensilvania. El tuit no duró apenas ni unos segundos. El director ejecutivo del equipo de Twitter restringió de inmediato el acceso al contenido e impidió compartir la publicación.

Foto del tuit de Trump censurado. Twitter no permite compartir la publicación

La red social del pájaro azul señaló que "alguna parte o todo el contenido compartido en este tuit ha sido objetado y puede ser engañoso sobre cómo participar en una elección u otro proceso cívico".

Y Dorsey no para. Otro tuit reciente de Trump ha vuelto a ser censurado: "Anoche estaba liderando, a menudo sólidamente, en muchos estados clave, en casi todos los casos dirigidos y controlados por los demócratas. Luego, uno por uno, comenzaron a desaparecer mágicamente a medida que se contaban los vertederos sorpresa. MUY EXTRAÑO, ¡y los "encuestadores" lo entendieron completa e históricamente mal!", ha criticado el presidente. Cosa que al CEO de la red social tampoco le ha parecido bien y nuevamente lo ha censurado. Sin más.

Los seguidores de Trump se han dado cuenta al instante y han estallado volcando miles de opiniones contra Dorsey por la gravedad del asunto. No es para menos. La censura inmediata a un presidente de los EEUU, sea cual fuere el contenido del mismo, es un acto que atenta contra la libertad de expresión y es propia de regímenes totalitarios. El hecho de que el líder republicano cuestionara el posible fraude electoral y automáticamente se ocultara el comentario, da la razón a Trump. ¿Están haciendo trampas en las elecciones y no quieren que nadie se entere?. De lo contrario, ¿por qué Jack Dorsey opta por etiquetar la acusación de Trump como contenido engañoso? ¿Quién es él para decidir si está habiendo fraude o no en el conteo de votos? ¿Acaso lo sabe?

El fraude de Dorsey

Evidentemente todavía no se conoce si está habiendo fraude electoral, pero lo que sí está claro es que el comportamiento del CEO de Twitter es un fraude para los 340 millones de usuarios de la red, para la libertad y el derecho a la información y para la democracia liberal. Con este tipo de actitudes no es de extrañar que Trump plantee la veracidad de los resultados electorales. ¿Cómo fiarse?

La decisión de censurar al presidente, mientras se iban conociendo las victorias y derrotas en los estados americanos, se produce justo pocos días después de que el joven multimillonario y cofundador de Twitter testificara en Capitol Hill. Los republicanos aseguraban que la red social que dirige Jack Dorsey estaba censurando sus publicaciones.

Jack Dorsey testifica en Capitol Hill

A este respecto, el senador Ted Cruz recriminó contundente al empresario: "¿Quién demonios le ha elegido a usted para decidir sobre qué pueden informar los medios de comunicación y qué es lo que los americanos tienen derecho a escuchar?" El republicano quería explicaciones claras sobre el motivo por el que Dorsey bloquea las noticias. "Si es por no conocer la fuente, en ese caso sería el fin de la libertad de la prensa y de la profesión del periodismo", defendió Cruz.

El enfado del senador republicano no es para menos. Estas semanas previas a las elecciones presidenciales, las compañías tecnológicas se han propuesto derrotar a Trump concentrando todos sus esfuerzos en la censura de los conservadores y libertarios en la recta final de la campaña. Buen ejemplo de ello es la restricción de la investigación sobre las actividades y corrupción de Joe Biden y su hijo Hunter.

El diario New York Post y la cadena Fox vieron cómo Twitter silenciaba las noticias que podían manchar la reputación del candidato demócrata y marcar la tendencia de los votantes. No es ninguna novedad que los gigantes tecnológicos sean anti-Trump hasta decir basta. Dorsey, en Capitol Hill, se justificaba con una excusa débil y sin sentido: "No tenemos claro el origen de la información", dijo. Y se quedó tan ancho.

El director ejecutivo de una de las mayores redes sociales del mundo no emplea la misma vara de medir para los demócratas. Es más, Dorsey es una de las principales fuentes de financiación de Biden. Todo sea por ver caer a Trump y si tiene que inventarse justificaciones infantiles ante el mismo Comité de Comercio del Senado, pues lo hace. Sin cortapisas.

Ante semejante despropósito, Ted Cruz reiteró: "¿Creen que el mayor ataque contra la libertad de expresión de la historia moderna ha generado alguna crítica por parte de los demócratas? Al contrario, la lamentable respuesta por parte de Dorsey ha sido aplaudida por los senadores demócratas", aseveró poniendo en evidencia al partido de Biden y a sus correligionarios.

Y si todo esto es posible con el candidato demócrata como rival, ¿hasta dónde llegará el sectarismo demócrata si Joe Biden alcanza la presidencia?

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