La resolución de cuatro páginas –presentada por Mitch McConnell, líder republicano en el Senado–, debe aprobarse este martes en el Senado y permite que los congresistas que se encargarán de ejercer la acusación contra Donald Trump, denominados "managers", y el equipo legal del presidente tengan la misma cantidad de tiempo que ya se ofreció en el juicio político contra el expresidente Bill Clinton.
Así, y según explicó la cadena de televisión CBS, acusación y defensa tendrán dos días, y durante 12 horas, para trasladar sus argumentos. De ser aprobada la resolución, estos empezarían el miércoles a las 13:00 horas (19:00 horas en España), lo que significa que las sesiones podrían terminar todos los días después de medianoche.
Después de abrir el turno de argumentos y de otras 16 horas de preguntas procedentes de los senadores, habrá una votación para decidir si se llama a declarar a testigos o no. "Si el Senado acuerda permitir que la Cámara de Representantes o el presidente citen a testigos, los testigos serán depuestos en primer lugar y el Senado decidirá, después de la declaración, qué testigos testificarán, de conformidad con las reglas del impeachment", según puede leerse en el documento.
"Ningún testimonio será admisible en el Senado a menos que las partes hayan tenido la oportunidad de apartar a dichos testigos. Al concluir las deliberaciones del Senado, el Senado votará sobre cada artículo del juicio político", agrega la resolución de las reglas.
El líder de la minoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer criticó las reglas propuestas por McConnell y las calificó de "desgracia nacional". "Después de leer su resolución, está claro que el senador McConnell está empeñado en hacer que sea mucho más difícil conseguir testigos y documentos e intente acelerar el juicio", señaló Schumer. "En algo tan importante como el juicio político, la resolución del senador McConnel es nada menos que una desgracia nacional", agregó.