Según una información que adelanta en exclusiva la NBC, la Administración Trump está a punto de lanzar una campaña mundial por la despenalización de la homosexualidad en la que se combinarán presiones diplomáticas, esfuerzos conjuntos con organizaciones internacionales como las Naciones Unidas o la Unión Europea.
Siempre según la información de la NBC, la campaña está siendo liderada por el embajador de EEUU en Alemania, Richard Grenell, el cargo más importante de Trump que ha reconocido abiertamente su homosexualidad.
La idea es presionar a los 70 países que hoy en día aún incluyen la homosexualidad como delito en sus códigos penales. Como por otra parte es lógico, se va a incidir en la descriminalización, más que en otros aspectos como el matrimonio gay que en países en los que puedes ser condenado a cárcel o incluso a muerte por ser homosexual son secundarios.
No se puede obviar que la campaña tiene, además, una motivación extra relacionada con Irán, uno de los objetivos claros de la política exterior de Trump y cuyo régimen teocrático condena regularmente a muerte a hombres por conductas homosexuales –de hecho, se ha producido recientemente la ejecución de un hombre–.