La nueva alternativa del liderazgo republicano del Senado de EEUU para tratar de cumplir la promesa del presidente Donald Trump de derogar Obamacare, la reforma de salud de Barack Obama, ha fracasado este jueves por el voto de rechazo de tres senadores conservadores, entre ellos John McCain.
McCain, diagnosticado recientemente con un cáncer cerebral, se unió a otras dos senadoras republicanas, Susan Collins y Lisa Murkowski, y a todos los demócratas para tumbar la propuesta, apodada skinny bill o ley flaca y que recibió 51 votos en contra y 49 a favor, según informa EFE.
Con todo el apoyo de la Casa Blanca
El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, se había desplazado al Capitolio para intervenir en caso de empate y votar a favor de la propuesta en su calidad de presidente del Senado.
Además, horas antes de la votación, que comenzó poco después de la 1 de la madrugada hora local (05:00 GMT del viernes), Trump había animado en Twitter a los republicanos a sacar adelante el proyecto después de "7 años de espera".
La derogación y reemplazo de Obamacare, la reforma de salud promulgada por el entonces presidente Barack Obama en 2010, ha sido un objetivo imposible para los republicanos en los seis meses de legislatura, a pesar de que desde hace años es uno de sus caballos de batalla y de haber sido también una de las principales promesas de la campaña electoral de Trump y, según no pocos analistas, uno de los motivos de su victoria.
Un pacto difícil
Tras este nuevo fracaso, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, admitió su decepción y que es momento de "seguir adelante". No está claro si McConnell intentará someter alguna otra propuesta a voto antes del receso veraniego del Senado, ya que, antes del rechazo de hoy a la "ley flaca", ya habían fracasado otros dos proyectos desde que se abrió el martes el debate en la Cámara Alta.
Con los demócratas opuestos en bloque, varios senadores republicanos también habían mostrado objeciones ante la "ley flaca", pero parecían estar dispuestos a votar a favor para abrir una ronda de negociaciones con la Cámara de Representantes, que aprobó su propia propuesta sanitaria el pasado mayo.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, había expresado en un comunicado la voluntad de negociar con el Senado para producir una ley que pueda ser firmada por Trump.
Tras la derrota de la ley flaca, llamada de esa forma porque buscaba una derogación parcial de Obamacare, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, animó a los republicanos a "trabajar juntos para mejorar" la actual ley de salud.
"No estamos celebrando, estamos aliviados", subrayó Schumer al recordar que las propuestas republicanas amenazaban con dejar sin cobertura médica a millones de personas. "Podemos trabajar juntos. El país lo exige", agregó Schumer.