Las autoridades fronterizas de Estados Unidos han obligado a una canadiense de origen marroquí a regresar a su país impidiéndole la entrada al país después de haber comprobado que en su teléfono móvil tenía vídeos grabados en árabe, según informa Europa Press.
Fadwa Alaui, que viste hiyab, trató de entrar el pasado sábado en el país con dos de sus hijos y un primo -todos con pasaporte canadiense- a través del punto fronterizo de Philipsburg, ubicado entre Canadá y el estado de Vermont, con la intención de pasar el día con su familia residente en Estados Unidos en la ciudad de Burlington.
Alaui, residente en un suburbio de Montreal, ha explicado a la cadena canadiense CBC que se le denegó la entrada después de ser fotografiada e interrogada, entre otros aspectos, acerca de su religión. "Me sentí humillada, tratada como si fuera menos que nada. Como si no fuera canadiense", ha explicado.
Los agentes fronterizos pidieron ver su teléfono móvil y el de su primo, tras lo cual estuvieron revisándolos cerca de una hora. Después de esto, los dos fueron interrogados de forma separada durante un período de 45 minutos. "Me preguntaron si era practicante, a qué mezquita suelo ir, el nombre del imán, cada cuánto voy a la mezquita, qué tipo de conversaciones escucho en el templo y si el imán habla conmigo directamente", ha señalado.
Posteriormente le hicieron preguntas en referencia a vídeos en árabe que habían encontrado en su teléfono móvil. Alaui, tras explicarles que se trataba de vídeos de rezos, tuvo que esperar una hora más hasta que los agentes regresaron y les denegaron la entrada.
"No tienes permiso para entrar en Estados Unidos porque hemos hallado vídeos en tu teléfono que van en contra de nosotros", le dijo uno de ellos, según su versión.
"La agencia no discrimina"
El portavoz de Protección de Fronteras y Aduanas de Estados Unidos, David Long, ha señalado a la misma cadena a través de un correo electrónico que la ley le prohíbe hablar sobre la situación individual de cada persona que trata de viajar a Estados Unidos, pero subrayando que la prioridad de la agencia es la "prevención de entrada de terroristas y armas".
"La agencia no discrimina en base a la religión, raza, etnia u orientación sexual de nacionales que quieran entrar a Estados Unidos", ha señalado.
No obstante, ha indicado que cualquier persona que sienta que se le ha denegado la entrada injustamente puede presentar una queja por escrito en la página web de la agencia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó a finales de enero un decreto con el que suspende durante cuatro meses las concesiones del estatus de refugiado, impone una moratoria provisional -durante tres meses- a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y paraliza el Programa de Admisión de Refugiados.
Si bien esta orden plantea problemas a muchos ciudadanos para entrar en el país, un juez federal ha bloqueado, hasta el momento, este decreto, por lo que no debería aplicarse esta legislación.
No obstante, de estar en vigor tampoco podría aplicarse esta norma a Alaui, ya que procede de Marruecos, país que no está incluido en el veto migratorio -en el que sí están incluidos los ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen-.