Tan sólo unas horas después de que Donald Trump se convirtiese en el nuevo presidente de Estados Unidos, su Gobierno publicó un documento oficial en la página web de la Casa Blanca en el que se explican las líneas esenciales de la política de empleo que va a adoptar.
Entre los objetivos del nuevo Gobierno se incluye la creación de 25 millones de empleos en la próxima década, una cifra posible gracias a unas políticas que "desatarán el crecimiento económico hasta un 4% anual".
El plan para disparar el crecimiento americano a niveles anteriores al año 2008 "comienza con una reforma tributaria en favor del crecimiento para ayudar a los trabajadores y empresas estadounidenses". Por ese motivo, Trump ya ha anunciado que va a reducir las tasas en todos los niveles impositivos, simplificará el código tributario y reducirá el impuesto de sociedades, que es "uno de los más altos en el mundo".
El nuevo Gobierno denuncia en el escrito que el actual código tributario "es anticuado, demasiado complejo y costoso" y asegura que las reformas "darán rienda suelta a la economía de Estados Unidos, creando millones de nuevos empleos y estimulando el crecimiento económico".
Sobre las empresas medianas, el equipo de Trump ha señalado que las regulaciones federales cuestan al año más de dos billones de dólares, por lo que ha propuesto una moratoria sobre las nuevas regulaciones federales y ha ordenando a los jefes de las agencias y departamentos federales que identifiquen las regulaciones que deben ser derogadas.
Con respecto a los tratados internacionales, el nuevo Gobierno se ha mostrado crítico y públicamente opta por renegociar los tratados existentes y adoptar posturas firmes ante pactos futuros. "Nos aseguraremos que los tratados traigan trabajos bien pagados a nuestras costas y apoyen al sector manufacturero estadounidense", ha añadido el texto.
Reconstruir el Ejército
En el apartado de Política Exterior, el texto incide en el mensaje lanzado por el presidente Trump durante la toma de posesión y asegura que la Administración "está comprometida con una política exterior centrada en los intereses estadounidenses y la seguridad nacional estadounidense" y añade que "la paz a través de la fuerza estará en el centro de esa política exterior. Este principio hará posible un mundo estable, más pacífico, con menos conflictos y más terreno común."
También destaca la necesidad de acabar con Estado Islámico y otros grupos terroristas islámicos radicales con una estrategia que incluye "acciones militares agresivas y de coalición cuando sea necesario", una colaboración internacional para cortar la financiación de estos grupos, mejoras en el intercambio de información de los servicios de inteligencia y una "ciberguerra para interrumpir y deshabilitar la propaganda y el reclutamiento".
Las medidas también incluyen un plan para reconstruir el ejército estadounidense, que según explica el documento, ha perdido 225 buques de la Armada y un tercio de la Fuerza Aérea en los últimos 25 años.