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Obama baila un tango durante la cena de Estado en Argentina

El presidente argentino, Mauricio Macri, le animó a trabajar conjuntamente en el combate contra el narcotráfico y el terrorismo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle han protagonizado una de las imágenes más divertidas de la primera jornada de su visita a Argentina, cuando ambos se han lanzado a bailar un tango con los bailarines profesionales que animaban la cena de Estado celebrada en Buenos Aires, informa Europa Press.

Obama y el anfitrión de la noche, el presidente argentino Mauricio Macri, han llegado junto a sus respectivas esposas en torno a las 20.15 horas al lugar del evento, el Centro Cultural Kirchner. Ambas parejas se ubicaron en la mesa central junto al jefe de Gabinete de Ministros del Gobierno argentino, Marcos Peña, la canciller Susana Malcorra y la consejera de Seguridad estadounidense, Susan Rice.

A la hora de hacer el brindis, Macri ha tomado la palabra y ha agradecido en inglés la visita de Obama, al tiempo le animaba a trabajar "en los beneficios y necesidades compartidas", como el combate contra el narcotráfico y el terrorismo, según informa el diario argentino Clarín.

"Con nosotros va a tener un diálogo de buena fe y confianza. Lo invito a brindar por el futuro de nuestros países por el bienestar de nuestra gente y por la paz", ha concluido Macri.

Obama, por su parte, ha elogiado el interés de Macri en que Argentina ingrese en la comunidad global. "Compartimos los valores de libertad, oportunidad y un compromiso ante los derechos humanos e intentamos cumplir con el ejemplo de un argentino singular, su Santidad el Papa", ha agregado el mandatario estadounidese.

Al término de la cena de Estado, Obama y su esposa, Michelle, observaron con gran atención como una pareja de bailarines de tango se movía con precisión en un pequeño espacio abierto delante de su mesa. En uno de los momentos más sorprendentes de la noche, el presidente de Estados Unidos se levantó y se desplazó de un lado al otro junto a la bailarina, dando incluso algunos giros, mientras que la primera dama hizo lo mismo con el bailarín.

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