
Sucedió en 2009 en Massachusetts (EEUU). Un agente de Policía llamado Mike Serino estaba celebrando su cumpleaños con una sabrosa sopa de mariscos. No sospechaba Serino lo rentable que le saldría a la larga aquel rico banquete.
Según cuenta National Geographic, el policía no pensó mucho en ello tras encontrar la perla en su plato y decidió dársela a su hija. Ésta la guardó en su joyero y pasaron los años. Hace unos meses, Serino estaba viendo la televisión cuando el telediario contó el relato de una mujer que había encontrado una perla valorada en varios millones de dólares. Entonces, a Serino se le iluminó la cara y corrió a buscar la perla que su hija aún conservaba. Fue a la casa de subastas de arte Kaminsiski quien le dio la extraordinaria noticia. La perla natural, del tamaño de un guisante, tiene un precio de salida de entre 10.000 y 15.000 en una subasta.
Según los protagonistas de esta historia, Serino está decidido a gastarse el dinero en un deportivo, aunque su mujer, Michelle, quiere una cocina nueva.
Según destaca National Geographic, no solo las ostras, sino muchos moluscos, tanto de agua salada como de dulce, producen perlas y puede presentar muchos colores, dependiendo de la especie del molusco.