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"Yo fui secuestrado": los otros Cleveland

El caso de las chicas de Cleveland tiene horribles precedentes: niños que fueron secuestrados en su infancia y liberados ya como adultos.

Con 18 años consiguió escapar de su secuestrador Wolfgang Piklopil, que se suicidó el mismo día de su huída. Más tarde, contó su experiencia en un libro.

Durante el año pasado, en EEUU se realizaron 23.000 denuncias de desapariciones, de los que más de 4.000 eran de menores de 18 años. La mayoría de los casos se resuelve en pocos días, o acaban en un final trágico. Excepcionalmente ocurren caso como el de las chicas de Cleveland, en el que tras largos años de cautiverio, las víctimas son liberadas o logran escapar de su secuestrador. Desaparecieron de sus vidas siendo niños, y regresaron ya adultos, en muchos casos (como el de Amanda Berry) incluso con hijos alumbrados durante el cautiverio.

Jaycee Dugard: Esta joven californiana fue secuestrada durante 18 años. Su secuestrador, Philip Garrido la violó brutalmente durante todo su cautiverio, y Jaycee llegóa tener dos hijas concebidas por él. Jaycee fue liberada en 2009 en San Francisco, y Garrido y su mujer fueron condenados a cadena perpetua. El caso puso de relieve el fallo del sistema judicial californiano, ya que el secuestrador estaba en supervisión por un caso de violación anterior.

Elizabeth Smart: Tenía 14 años cuando fue secuestrada en Salt Lake City, Utah. Su secuestrador la raptó en plena noche en su dormitorio y la violó durante los nueve meses que duró el cautiverio. El culpable, Brian David Mithchell también fue condenado a cadena perpetua.

También en EEUU destaca el caso del joven Shawn Hornbeck, que estuvo secuestrado cuatro años, desde los 11 a los 15 años. Fue raptado cuando, en 2002, daba un paseo en bicicleta por Richwoods, Missouri. La Policía le encontró en un apartamento en Kirkwood, donde había pasado un infierno siendo violado por un gerente de pizzería que también había secuestrado a otro niño de 13 años, Ben Ownby.

En Austria, uno de los casos más estremecedores fue el de Natasha Kampusch, liberada en 2006. La joven austríaca fue secuestrada el 2 de marzo de 1998 cuando iba a la escuela, en las afueras de Viena. Tenía diez años y su raptor, Wolfgang Priklopil, un desequilibrado de 35 años se suicidó el mismo día de su reaparición, arrojándose bajo un tren. Pasó ocho años secuestrada

Elisabeth Fritzl pasó una experiencia parecida, con el agravante de que en este caso, el violador y secuestrador era su padre. Josef Fritzl la mantuvo cautiva durante 24 años, y el caso se descubrió en abril de 2008, con la hospitalización de uno de los siete hijos que Elisabeth había tenido por la relación incestuosa que mantuvo con su padre. El monstro de Amstetten fue condenado a cadena perpetua el secuestro y la violación de su hija, y por el asesinato de un bebé recién nacido del incesto.

En Italia, el infierno tiene el nombre de María Mónaco, que permaneció 18 años cautiva de su propia familia, que la castigó por haber tenido un hijo fuera del matrimonio. Fue liberada en 2008 por los carabineros en Caserta, Nápoles, a raíz de una llamada anónima. El hijo de María, de 17 años, vivía con normalidad y estaba escolarizado en una localidad cercana, donde vivía con un pariente. La mujer, que vivía en condiciones sanitarias deplorables, tiene trastornos mentales.

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