La vida de Dzhojar Tsarnaev ha cambiado radicalmente en menos de dos semanas. Si hace 15 días se encontraba de fiesta con sus compañeros de la Universidad, hoy, el joven de 19 años acusado de los atentados de Boston donde murieron tres personas, vive en una celda de tres por tres metros, con una puerta de acero, una ranura para la alimentación y una ventana de observación, según informó un portavoz de la prisión a la CNN.
Tsarnaev es capaz de hablar y de hecho ha estado comunicándose con el personal en el Centro Médico Federal de Fort Devens, según el portavoz John Colautti.
Los profesionales médicos de este centro, que actualmente alberga a 1.044 reclusos, hacen sus rondas regulares para comprobar que Tsarnaev sigue evolucionando favorablemente de sus heridas, añadió Colautti, quien no quiso aclarar si Dzhojar seguía colaborando con los investigadores.
Tsarnaev se encuentra en una zona de la planta donde hay mayor seguridad, pero no quiso precisar su estado de salud puesto que la clasificación de los enfermos es diferente en los hospitales civiles que en prisión.
Además, también se ha sabido que las autoridades de EEUU conocían una conversación grabada sobre la yihad entre Tamerlan Tsarnaev y su madre.