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Un asesino "socialmente torpe" y que "no causaba problemas"

Los medios de comunicación norteamericano van trazando poco a poco el perfil de Adam Lanza, que este viernes acabó con la vida de 27 personas.

Tenía veinte años. Quienes conocían a Adam Lanza, le describen como un chico alto y delgado, pero también "socialmente torpe". Así lo cuentan algunos de sus vecinos en The New York Times donde añaden que las dificultades sociales no eran únicamente propias de Adam, sino del resto de la familia. Algunos vecinos del barrio en el que residía la familia Lanza confiesan que en algo más de tres años, no logró hablar con ningún miembro de la familia –ni siquiera aquellos cuyos hijos compartían clase con el asesino-.

Este viernes 14 de diciembre de 2012, Adam Lanza decidió matar a su madre antes de acudir a la escuela en la que ella era profesora, en el estado norteamericano de Connecticut Sandy Hook, en Newton, a sólo una hora de Nueva York. Cogió un chaleco antibalas, dos pistolas y un fusil y puso rumbo al colegio. Allí, disparó y mató a 26 personas más, entre ellos 20 niños y niñas de entre 5 y 10 años. Otras fuentes apuntan a que contaba con cuatro armas cuando perpetró la masacre, y no tres, según ABC News, el mismo medio de comunicación que ha publicado la fotografía en exclusiva del asesino.

Después, se quitó la vida. La policía lo encontró muerto dentro de la escuela. Dieciocho de los niños y seis adultos estaban muertos en el interior de las instalaciones cuando las autoridades pudieron entrar. Dos de los niños, murieron después, según contó el portavoz de la Policía de Connecticut Paul Vance.

Por otro lado, fuentes del FBI, aclaraban a Fox News que, de momento, se descarta la implicación del padre (Peter Lanza) y el hermano (Ryan Lanza) en la masacre. Ambos fueron interrogados por agentes Federales y dejados en libertad.

Algunos medios de comunicación norteamericanos, como New York Times, manejan la hipótesis de que Adam Lanza sufriera un tipo de trastorno mental conocido como síndrome de Asperger. Otros, en cambio, dicen de él que simplemente era un "chico que no causaba problemas" ni tampoco "mostraba tendencias antisociales". Así se explicaba un antiguo compañero de clase del asesino en una entrevista a la cadena CBS.

Otras fuentes, añaden más detalles de la vida del asesino. Según cuentan, Adam siguió viviendo con sus padres, que se divorciaron en 2008 tras 17 años de matrimonio, y luego se quedó con su madre en el domicilio familiar en el tranquilo y próspero enclave de Newtown. En la misma casa donde acabó con su vida antes de partir hacia la escuela donde perpetró la masacre.

Tras matar a más de una veintena de personas, Lanza se quitó la vida con una de sus armas. 

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