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Polémica sobre la fe en Dios y el apoyo a Israel de los demócratas

El partido había retirado de su programa toda referencia a Dios y a Jerusalén como capital de Israel. Han sido repuestas en una polémica votación.

El partido había retirado de su programa toda referencia a Dios y a Jerusalén como capital de Israel. Han sido repuestas en una polémica votación.
Lleno en el Time Warner Arena durante el discurso de Clinton en la convención demócrata. | EFE

El Partido Demócrata ha corregido su plataforma ideológica, aprobada el martes, para añadir una expresión de fe en Dios y el reconocimiento de que la capital de Israel es Jerusalén, tras las críticas de los republicanos por la ausencia de esos temas respecto al programa de 2008. Este documento define los puntos que apoyará el partido los próximos cuatro años, aunque no es vinculante para ninguno de sus candidatos y representantes públicos.

Las dos enmiendas se aprobaron pese a que hacía falta una mayoría de dos tercios y los delegados se mostraron muy divididos. La votación se llevó a cabo de viva voz y muchos de ellos gritaron "no"; según la mayoría de los observadores, la votación estuvo dividida más o menos por la mitad. Sin embargo, el alcalde de Los Ángeles (California) y presidente de la Convención Demócrata, Antonio Villaraigosa, que repitió tres veces la votación con el mismo confuso resultado, decidió aprobarlas finalmente, lo que provocó el abucheo de parte de los delegados.

El presidente de EEUU, Barack Obama, pidió personalmente que se incluyera la referencia a Jerusalén, según dijo a la cadena CNN un alto funcionario demócrata. El mandatario cree que "no quería que hubiera ninguna confusión sobre su inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel", añadió la fuente. Sin embargo, el actual programa contradice la política exterior del Gobierno de Obama, que considera que la capitalidad de Jerusalén es un asunto a decidir en una futura negociación entre israelíes y palestinos. Parece, por tanto, una decisión más electoralista que otra cosa.

Una ley aprobada en 1995, durante la presidencia de Bill Clinton, designa a Jerusalén como la capital israelí y estipula que la embajada de EEUU, ahora en Tel Aviv, sea trasladada a esa ciudad. Pero desde entonces, los presidentes de turno en Estados Unidos han firmado exenciones, cada seis meses, para suspender esa parte de la ley de 1995, en base a intereses diplomáticos y de seguridad.

Críticas republicanas... y demócratas

Al comenzar la segunda jornada de la convención, el exgobernador de Ohio Ted Strickland propuso desde el escenario añadir una enmienda que afirmara "el potencial dado por Dios a los estadounidenses". "Además, el presidente Barack Obama ha reconocido Jerusalén como la capital de Israel, y creemos que nuestro programa también debería hacerlo", indicó Strickland.

En una entrevista concedida a Fox News, el candidato republicano a la Presidencia, Mitt Romney, había criticado ambas omisiones, recordando que tanto el documento fundacional de Estados Unidos, la Declaración de independencia, como el lema nacional, "confiamos en Dios", tienen esa referencia, que forma parte del patrimonio del país. Asimismo, afirmó que este cambio era una muestra más del desprecio de Obama por Israel y un hecho muy triste para "nuestro mejor amigo en Oriente Medio".

Por su parte, el programa republicano, aprobado en la convención de Tampa (Florida) la semana pasada, incluye doce menciones a Dios en su documento.

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