LD (EFE) Tres restaurantes de comida rápida de cadenas estadounidenses en el Líbano sufrieron hoy la explosión de sendas bombas, que no causaron víctimas, informó la Policía local. Dos de las explosiones se produjeron en restaurantes de la cadena “Pizza Hut”, uno en Trípoli y otro en las afueras de la localidad costera de Junie, a unos 20 kilómetros al norte de Beirut, que sufrieron daños materiales. La tercera tuvo como objetivo el restaurante “Winners”, también en las afueras de Junie, que sufrió asimismo daños en sus instalaciones.
Ninguna organización se ha responsabilizado de estos ataques, que se suman a otros cinco similares registrados desde mayo pasado y en los que, hasta ahora, sólo ha sufrido heridas una persona en uno ocurrido en las afueras de Beirut. El sentimiento anti-estadounidense de los libaneses es creciente debido al incondicional apoyo de EEUU a Israel, país en guerra con el Líbano, a la situación de los palestinos y a las amenazas de Washington de atacar Irak.
Líderes religiosos y sociales libaneses han hecho diversos llamamientos a boicotear los productos y empresas de EEUU, país que también ha amenazado de forma velada con tomar medidas de fuerza contra el Líbano. Washington acusa de colaborar con el “terrorismo internacional” al grupo chiíta Hezbolá, considerado por Beirut como una organización terrorista contra la ocupación israelí.
Ninguna organización se ha responsabilizado de estos ataques, que se suman a otros cinco similares registrados desde mayo pasado y en los que, hasta ahora, sólo ha sufrido heridas una persona en uno ocurrido en las afueras de Beirut. El sentimiento anti-estadounidense de los libaneses es creciente debido al incondicional apoyo de EEUU a Israel, país en guerra con el Líbano, a la situación de los palestinos y a las amenazas de Washington de atacar Irak.
Líderes religiosos y sociales libaneses han hecho diversos llamamientos a boicotear los productos y empresas de EEUU, país que también ha amenazado de forma velada con tomar medidas de fuerza contra el Líbano. Washington acusa de colaborar con el “terrorismo internacional” al grupo chiíta Hezbolá, considerado por Beirut como una organización terrorista contra la ocupación israelí.