LD (Agencias) El presidente de Irak negó que tenga intención alguna de emprender un exilio para evitar una guerra con EEUU. En una entrevista concedida al veterano reportero Dan Rather de la CBS , Sadam Husein responde así a la pregunta sobre qué países le han ofrecido asilo: "Moriremos aquí. Moriremos en este país y mantendremos nuestro honor, el honor que es requerido ante nuestro pueblo. Creo que, en cualquier caso, quien ofrece a Sadam asilo en su país es una persona sin moral". En las últimas semanas se han multiplicado los llamamientos en el mundo para que el dictador opte por el exilio para evitar una guerra.
El Gobierno de George Bush ha evocado en varias ocasiones la posibilidad de una inmunidad para el líder iraquí y su entorno si aceptan exiliarse. Más recientemente, el mandatario francés Jacques Chirac dijo que "si Husein pudiera desaparecer, ciertamente sería el mejor servicio que podría hacer por su pueblo y por el mundo". En un sentido similar, aunque con objetivos completamente diferentes, Arabia Saudí habría ofrecido inmunidad, y posiblemente mucho dinero, a los miembros del Gobierno iraquí que intenten derrocar a Sadam. De hecho, el dictador iraquí teme mucho más a un golpe de Estado que a un ataque militar.
Estrategia de "tierra quemada"
En su entrevista con la CBS , el mandatario también aseguró que no dará a los altos mandos militares la orden de incendiar los pozos petroleros y explotar las represas de su país en caso de una invasión estadounidense. "Irak no quema su riqueza y no destruye sus represas. Esperamos, sin embargo, que esta cuestión no pretenda ser una insinuación de que las represas iraquíes y que los pozos iraquíes de petróleo sean destruidos por aquellos que invadan Irak, ante una posible invasión al país", subrayó. En 1991, cuando fueron desalojadas por las fuerzas aliadas de Kuwait, las tropas iraquíes dinamitaron la mayoría de los pozos petroleros kuwaitíes, dejando terribles incendios y provocando un desastre ambiental que llevó años arreglar.
En otra parte de la entrevista, el mandatario respondió que su intención es "aguantar, cumplir con la resolución y aplicarla según los deseos de Naciones Unidas". Sin embargo, negó que pueda ordenar la destrucción de los misiles Al Samud II, exigencia planteada por el jefe de los inspectores de la ONU. Ante la insistencia del periodista sobre la destrucción de los misiles, el dirigente iraquí contestó: "¿Qué misiles?, ¿qué quiere decir? No tenemos misiles fuera de las especificaciones de Naciones Unidas y los equipos de inspección están aquí y están mirando. Creo que tanto EEUU como el resto del mundo saben que Irak no tiene nada de lo que se ha dicho en altas instancias políticas".
Por último, Sadam Husein desmintió cualquier vínculo entre su Gobierno y la organización terrorista Al-Qaeda. De hecho, dijo que el propio Osama ben Laden, en un mensaje reciente, "dio una respuesta según la cual nosotros no hemos tenido jamás relaciones con él". Según la administración estadounidense, existe una relación entre Bagdad y Ben Laden, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El Gobierno de George Bush ha evocado en varias ocasiones la posibilidad de una inmunidad para el líder iraquí y su entorno si aceptan exiliarse. Más recientemente, el mandatario francés Jacques Chirac dijo que "si Husein pudiera desaparecer, ciertamente sería el mejor servicio que podría hacer por su pueblo y por el mundo". En un sentido similar, aunque con objetivos completamente diferentes, Arabia Saudí habría ofrecido inmunidad, y posiblemente mucho dinero, a los miembros del Gobierno iraquí que intenten derrocar a Sadam. De hecho, el dictador iraquí teme mucho más a un golpe de Estado que a un ataque militar.
Estrategia de "tierra quemada"
En su entrevista con la CBS , el mandatario también aseguró que no dará a los altos mandos militares la orden de incendiar los pozos petroleros y explotar las represas de su país en caso de una invasión estadounidense. "Irak no quema su riqueza y no destruye sus represas. Esperamos, sin embargo, que esta cuestión no pretenda ser una insinuación de que las represas iraquíes y que los pozos iraquíes de petróleo sean destruidos por aquellos que invadan Irak, ante una posible invasión al país", subrayó. En 1991, cuando fueron desalojadas por las fuerzas aliadas de Kuwait, las tropas iraquíes dinamitaron la mayoría de los pozos petroleros kuwaitíes, dejando terribles incendios y provocando un desastre ambiental que llevó años arreglar.
En otra parte de la entrevista, el mandatario respondió que su intención es "aguantar, cumplir con la resolución y aplicarla según los deseos de Naciones Unidas". Sin embargo, negó que pueda ordenar la destrucción de los misiles Al Samud II, exigencia planteada por el jefe de los inspectores de la ONU. Ante la insistencia del periodista sobre la destrucción de los misiles, el dirigente iraquí contestó: "¿Qué misiles?, ¿qué quiere decir? No tenemos misiles fuera de las especificaciones de Naciones Unidas y los equipos de inspección están aquí y están mirando. Creo que tanto EEUU como el resto del mundo saben que Irak no tiene nada de lo que se ha dicho en altas instancias políticas".
Por último, Sadam Husein desmintió cualquier vínculo entre su Gobierno y la organización terrorista Al-Qaeda. De hecho, dijo que el propio Osama ben Laden, en un mensaje reciente, "dio una respuesta según la cual nosotros no hemos tenido jamás relaciones con él". Según la administración estadounidense, existe una relación entre Bagdad y Ben Laden, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001.