LD (Agencias) EEUU ha reiterado su oferta de no lanzar una guerra contra Irak si Sadam Husein abandona el poder, pero continúa aumentando su presencia militar en el golfo Pérsico para una intervención en ese país. “La primera opción sería que Sadam Husein abandone el país esta noche. Eso sería bueno para todos”, dijo el secretario de Defensa Donald Rumsfeld a los periodistas. El jefe del Pentágono insistió en que la guerra “no es inevitable” y agregó que la solución también podría ser que el gobernante iraquí acceda a cooperar con las Naciones Unidas y se despoje de “sus capacidades”. Washington ha acusado a Irak de desarrollar armas de destrucción masiva y de promover el terrorismo dentro de un “eje del mal”, integrado también por Irán y Corea del Norte.
El presidente George Bush declaró el martes en Chicago que, si éste elige otro curso de acción “en el nombre de la paz EEUU encabezará una coalición de aquellos dispuestos a despojar a ese régimen de armas de destrucción masiva y liberar a su pueblo”. Rumsfeld y Bush hablaron en un momento en el que EEUU continúa aumentando su presencia en el golfo Pérsico y congregando en la región a los jefes de las fuerzas navales, aéreas y terrestres que dirigirían la guerra contra Irak. El Ejército de EEUU procedía al envío de dos brigadas (11.000 hombres) de la III División de Infantería desde sus bases en el estado de Georgia con destino a Kuwait, donde se encuentra ya la tercera brigada de esta unidad, especialmente entrenada para la lucha en el desierto.
Paralelamente, la Marina estadounidense anunció que pronto tendrá listos dos portaaviones y sus grupos de batalla para zarpar hacia el Golfo a fin de unirse a otros dos que ya se encuentran en la zona. Los planes de ataque que maneja el Pentágono incluyen una fuerza de choque de tres o cuatro divisiones pesadas, así como una aerotransportada y otra de infantería de Marina, según informes de prensa. Washington ya ha emplazado en la región a unos 60.000 efectivos, cifra que podría duplicarse en las próximas semanas, según fuentes militares. Por otra parte, fuentes del Pentágono indicaron que los jefes militares del Comando Central de las fuerzas armadas de EEUU están tomando posiciones para el caso de que Bush decida una acción militar, pero aclararon que ese movimiento de efectivos de alto rango no significa que el conflicto sea inminente.
El presidente George Bush declaró el martes en Chicago que, si éste elige otro curso de acción “en el nombre de la paz EEUU encabezará una coalición de aquellos dispuestos a despojar a ese régimen de armas de destrucción masiva y liberar a su pueblo”. Rumsfeld y Bush hablaron en un momento en el que EEUU continúa aumentando su presencia en el golfo Pérsico y congregando en la región a los jefes de las fuerzas navales, aéreas y terrestres que dirigirían la guerra contra Irak. El Ejército de EEUU procedía al envío de dos brigadas (11.000 hombres) de la III División de Infantería desde sus bases en el estado de Georgia con destino a Kuwait, donde se encuentra ya la tercera brigada de esta unidad, especialmente entrenada para la lucha en el desierto.
Paralelamente, la Marina estadounidense anunció que pronto tendrá listos dos portaaviones y sus grupos de batalla para zarpar hacia el Golfo a fin de unirse a otros dos que ya se encuentran en la zona. Los planes de ataque que maneja el Pentágono incluyen una fuerza de choque de tres o cuatro divisiones pesadas, así como una aerotransportada y otra de infantería de Marina, según informes de prensa. Washington ya ha emplazado en la región a unos 60.000 efectivos, cifra que podría duplicarse en las próximas semanas, según fuentes militares. Por otra parte, fuentes del Pentágono indicaron que los jefes militares del Comando Central de las fuerzas armadas de EEUU están tomando posiciones para el caso de que Bush decida una acción militar, pero aclararon que ese movimiento de efectivos de alto rango no significa que el conflicto sea inminente.