L D (EFE) En el comunicado final de la cumbre, los países petroleros del CCG (Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Omán y Qatar) también han pedido a los inspectores de la ONU que "lleven a cabo su trabajo en Irak con neutralidad y objetividad". Asimismo, se insta a la comunidad internacional a que "ayude a Irak y a los inspectores para que puedan finalizar su misión lo antes posible de manera que garantice el fin del sufrimiento de su pueblo bajo el embargo", impuesto a ese país en 1991.
"El Consejo también reiteró la importancia de respetar la independencia y la integridad territorial de Irak, y la necesidad de evitar cualquier injerencia en sus asuntos internos", se destaca en la nota. El CCG rechazó, sin embargo, el reciente discurso del presidente iraquí, Sadam Husein, en el que a la vez que pedía disculpas al pueblo de Kuwait por la invasión del emirato en 1990, le instaba a rebelarse contra sus gobernantes y las "fuerzas extranjeras" en ese país, en alusión a las tropas de EEUU.
El escrito no se refirió a la creciente presencia militar de EEUU en el golfo Pérsico, especialmente en Kuwait, fronterizo con Irak, y en el propio Qatar, emirato que en las últimas semanas se convirtió en la sede del Comando Central estadounidense. Según fuentes norteamericanas, el presidente de EEUU, George W. Bush, ha dado la orden de duplicar el número de efectivos militares en el golfo Pérsico, que pasará de los 50.000 actuales a 100.000 en las próximas semanas, dentro de los preparativos para una posible acción militar contra Irak.
Los países árabes, incluidos los del CCG, se han manifestado a favor de una solución pacífica de la crisis iraquí y han advertido de que un ataque contra Irak tendría "graves consecuencias" para la seguridad y la estabilidad de Oriente Medio.
"El Consejo también reiteró la importancia de respetar la independencia y la integridad territorial de Irak, y la necesidad de evitar cualquier injerencia en sus asuntos internos", se destaca en la nota. El CCG rechazó, sin embargo, el reciente discurso del presidente iraquí, Sadam Husein, en el que a la vez que pedía disculpas al pueblo de Kuwait por la invasión del emirato en 1990, le instaba a rebelarse contra sus gobernantes y las "fuerzas extranjeras" en ese país, en alusión a las tropas de EEUU.
El escrito no se refirió a la creciente presencia militar de EEUU en el golfo Pérsico, especialmente en Kuwait, fronterizo con Irak, y en el propio Qatar, emirato que en las últimas semanas se convirtió en la sede del Comando Central estadounidense. Según fuentes norteamericanas, el presidente de EEUU, George W. Bush, ha dado la orden de duplicar el número de efectivos militares en el golfo Pérsico, que pasará de los 50.000 actuales a 100.000 en las próximas semanas, dentro de los preparativos para una posible acción militar contra Irak.
Los países árabes, incluidos los del CCG, se han manifestado a favor de una solución pacífica de la crisis iraquí y han advertido de que un ataque contra Irak tendría "graves consecuencias" para la seguridad y la estabilidad de Oriente Medio.