LD (EFE) Un centenar de manifestantes, en su mayoría jóvenes habitantes del campamento de refugiados de Amari, desfilaron hacia el centro de la ciudad haciendo gran bullicio con cacerolas o golpeando la lata de los vehículos o los paneles de señalización.
Luego, varios cientos de otros manifestantes, entre los que había muchas mujeres, incluidas ancianas que llevaban sus vestidos tradicionales llenos de bordados, se unieron a la marcha para avanzar hacia la plaza Manara, en el centro de Ramala. Los soldados del Ejército ocupante, poco habituados a este tipo de protesta, asistieron al comienzo sin reaccionar ante el extraño desfile.
Usando altoparlantes, la tropa israelí pidió luego a los manifestantes que respeten el toque de queda, antes de lanzar granadas lacrimógenas de advertencia, provocando el repliegue de los manifestantes palestinos. El ejército israelí ha reocupado la mayor parte de las ciudades palestinas autónomas luego de una serie de atentados sangrientos en Israel, y el toque de queda ha sido impuesto de modo casi permanente en ellas.
Luego, varios cientos de otros manifestantes, entre los que había muchas mujeres, incluidas ancianas que llevaban sus vestidos tradicionales llenos de bordados, se unieron a la marcha para avanzar hacia la plaza Manara, en el centro de Ramala. Los soldados del Ejército ocupante, poco habituados a este tipo de protesta, asistieron al comienzo sin reaccionar ante el extraño desfile.
Usando altoparlantes, la tropa israelí pidió luego a los manifestantes que respeten el toque de queda, antes de lanzar granadas lacrimógenas de advertencia, provocando el repliegue de los manifestantes palestinos. El ejército israelí ha reocupado la mayor parte de las ciudades palestinas autónomas luego de una serie de atentados sangrientos en Israel, y el toque de queda ha sido impuesto de modo casi permanente en ellas.