LD (EFE) Tropas del ejército permanecen desplegadas en la esa localidad del este del país para hacer cumplir el estado de excepción impuesto desde este jueves ante la amenaza de que los choques entre musulmanes y tamiles se intensificaran y se propagasen.
En los últimos días, varios episodios de violencia, incluidos ataques con granadas, forzaron la huida de miles de ciudadanos de la población, que vive los peores enfrentamientos raciales en toda su historia. Según algunas fuentes, Los choques tienen su origen en una huelga general convocada por los musulmanes hace una semana en la población de Muthur, al este de Sri Lanka, en protesta contra la extorsión por parte de los Tigres de Liberación de la Patria Tamil, el grupo guerrillero que lucha por la secesión del norte y este de la isla.
Sin embargo, otras versiones afirman que los disturbios fueron instigados por radicales islámicos ante el descontento de la minoría musulmana, que se siente marginada del proceso de paz entre los Tigres de Liberación y el Gobierno. Ambos observan mutuamente un alto al fuego y se preparan para reanudar un diálogo encaminado a resolver la guerra civil que azota Sri Lanka desde que los Tigres de Liberación iniciaron en 1983 la lucha por la secesión del norte y este de la isla, donde vive concentrada la minoría tamil, y que causó desde entonces más de 64.000 muertos.
En los últimos días, varios episodios de violencia, incluidos ataques con granadas, forzaron la huida de miles de ciudadanos de la población, que vive los peores enfrentamientos raciales en toda su historia. Según algunas fuentes, Los choques tienen su origen en una huelga general convocada por los musulmanes hace una semana en la población de Muthur, al este de Sri Lanka, en protesta contra la extorsión por parte de los Tigres de Liberación de la Patria Tamil, el grupo guerrillero que lucha por la secesión del norte y este de la isla.
Sin embargo, otras versiones afirman que los disturbios fueron instigados por radicales islámicos ante el descontento de la minoría musulmana, que se siente marginada del proceso de paz entre los Tigres de Liberación y el Gobierno. Ambos observan mutuamente un alto al fuego y se preparan para reanudar un diálogo encaminado a resolver la guerra civil que azota Sri Lanka desde que los Tigres de Liberación iniciaron en 1983 la lucha por la secesión del norte y este de la isla, donde vive concentrada la minoría tamil, y que causó desde entonces más de 64.000 muertos.