El Ejército israelí impone el toque de queda en Belén, Tulkarem, Jenín, Kalkilia, Naplusa y Ramala

LD (Agencias) Al mediodía de este jueves, doce tanques y un número no precisado de soldados israelíes han tomado la ciudad de Tulkarem, donde han detenido a 120 palestinos. Desde las primeras horas de la ocupación se registran enfrentamientos entre militares y palestinos armados. La mayor parte de los tiroteos se concentran en la zona centro. En la ciudad sitiada de Kalkilia, por su parte, una palestina embarazada ha muerto en el interior de su domicilio tras ser alcanzada por una bala. En el exterior, israelíes y palestinos mantenían un tiroteo.

Tel Aviv ha llamado a filas a sus reservistas para reforzar las tropas desplegadas en las zonas autónomas de Cisjordania. Desde las primeras horas de este jueves, los israelíes ocuparon las ciudades autónomas palestinas de Belén, Kalkiliya y Jenín y una parte de Ramala en Cisjordania. La ocupación se prolongará, tal como lo decidió el Gabinete de Seguridad Nacional del primer ministro Ariel Sharon tras los dos atentados suicidas que provocaron la muerte a 26 personas y heridas a otras 88. Trece palestinos fueron heridos en la franja de Gaza en los primeros ataques en meses de caza-bombarderos F-16 y de helicópteros de la Fuerza Aérea israelí durante una represalia por los atentados. "Esta vez, los soldados entraron para quedarse", se lamentó Ibrahim Diqaq, vecino de Belén. El toque de queda afecta a decenas de miles de palestinos en medio de una grave crisis económica. En las operaciones de búsqueda en Belén, participan por primera vez soldados del Ejército femenino de Israel en el interrogatorio de mujeres palestinas detenidas con ese fin, dijeron fuentes militares.

Tras la incursión en Kalkilia, fuentes palestinas e israelíes informaron de seis muertos -4 entre los primeros y 2 entre los segundos- y de once heridos, en un duro enfrentamiento registrado en un edificio de la ciudad cuando los soldados israelíes buscaban a un jefe de los servicios secretos palestinos. La población de las localidades ocupadas otra vez por las tropas israelíes permanece bajo estricto toque de queda, con el fin de que los soldados procedan al registro casa por casa para "apresar a los terroristas antes de que lleguen a Israel". Arafat suspendió por "dificultades técnicas" un previsto mensaje por televisión para condenar esos ataques terroristas contra la población civil en Israel.