LD (EFE) El tribunal ha rechazado una demanda para que se permitiera, sin la autorización del afectado, el acceso público a actas referentes a personalidades históricas, como es el caso de Kohl. La discusión sobre un posible acceso a las actas de la Stasi sobre Kohl surgió en medio del escándalo de la financiación irregular del partido del ex canciller, la Unión Cristianodemócrata (CDU).
La Comisión parlamentaria encargada de investigar ese asunto se planteó la posibilidad de que la Stasi conociera las prácticas financieras de la CDU y en qué medida éstas, que incluían la recepción de donaciones anónimas, pudieron influir sobre decisiones del gobierno de Kohl. Mientras la oficina para la administración de las actas de la Stasi, dirigida por Mariane Birthler, era partidaria de publicar los documentos, el ministro del Interior, Otto Schily, lo rechazaba y daba la razón a Kohl, que desde el comienzo anunció que detendría, por vía judicial, una posible divulgación.
En un proceso de primera instancia ante el Tribunal Administrativo de Berlín, Kohl logró evitar la publicación de las actas, alegando el derecho a la protección de su privacidad y la falta de valor jurídico de informaciones obtenidas por el espionaje de la RDA y de forma ilegal. En la revisión, el Tribunal Federal Administrativo tenía que pronunciarse sobre el conflicto entre el derecho a la privacidad y el de la opinión pública a recibir información sobre personajes de importancia histórica.
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La Comisión parlamentaria encargada de investigar ese asunto se planteó la posibilidad de que la Stasi conociera las prácticas financieras de la CDU y en qué medida éstas, que incluían la recepción de donaciones anónimas, pudieron influir sobre decisiones del gobierno de Kohl. Mientras la oficina para la administración de las actas de la Stasi, dirigida por Mariane Birthler, era partidaria de publicar los documentos, el ministro del Interior, Otto Schily, lo rechazaba y daba la razón a Kohl, que desde el comienzo anunció que detendría, por vía judicial, una posible divulgación.
En un proceso de primera instancia ante el Tribunal Administrativo de Berlín, Kohl logró evitar la publicación de las actas, alegando el derecho a la protección de su privacidad y la falta de valor jurídico de informaciones obtenidas por el espionaje de la RDA y de forma ilegal. En la revisión, el Tribunal Federal Administrativo tenía que pronunciarse sobre el conflicto entre el derecho a la privacidad y el de la opinión pública a recibir información sobre personajes de importancia histórica.
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