l. D. / EFE.- El viaje a Ottawa de dos días que este martes emprende Aznar cobra una dimensión especial en el marco de los preparativos de la presidencia de la UE, que asumirá España a partir del 1 de enero de 2002 y, al margen de su importancia para impulsar iniciativas de cooperación política en los foros internacionales, otorgará gran relieve al fomento de la colaboración económica y tecnológica.
España y Canadá son las dos economías más abiertas de la OCDE, con un Producto Interior Bruto y unas tasas de crecimiento similares, y sus relaciones comerciales recibieron un fuerte impulso durante los últimos cinco años, periodo en el que el volumen de intercambios llegó a incrementarse un 33%.
El auge del comercio bilateral ha estado acompañado de un importante avance de las inversiones canadienses en España y de la presencia de empresas españolas en Canadá, con una inversión directa total que pasó de 201 millones de pesetas en 1998 a unos 56.000 millones en 1999 y alcanzaba el año pasado los 75.000 millones.
Destacados grupos españoles de energía, construcción y moda se han establecido ya en el mercado canadiense, pero España considera que hay margen para ampliar esta presencia con nuevos proyectos y extenderla a sectores distintos, como la industria aeroespacial.
La estancia de Aznar en Ottawa incluye una reunión con empresarios de ambos países y coincide con un encuentro hispano-canadiense sobre proyectos aeroespaciales, en el que participan directivos de las ocho principales compañías españolas de este sector, con los que tendrá la oportunidad de conversar durante una visita a la Agencia Espacial Canadiense.
Además, este viaje respaldará las iniciativas puestas en marcha para la mejora de las relaciones pesqueras cuando han transcurrido seis años desde el estallido de la "guerra del fletán", que enfrentó a España y la UE con Canadá a raíz del apresamiento por patrulleras canadienses del pesquero español "Estai" en aguas internacionales, tras un desacuerdo sobre el reparto de las cuotas de pesca.
En lo que se refiere a la vertiente estrictamente política de la visita, Aznar y el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, explorarán las perspectivas de cooperación futura en el seno de la OTAN, así como en el contexto de la presidencia anual del G-7 que ejercerá Canadá en el 2002 y de la presidencia española de la Unión Europea, según destacaron fuentes oficiales.
España y Canadá son las dos economías más abiertas de la OCDE, con un Producto Interior Bruto y unas tasas de crecimiento similares, y sus relaciones comerciales recibieron un fuerte impulso durante los últimos cinco años, periodo en el que el volumen de intercambios llegó a incrementarse un 33%.
El auge del comercio bilateral ha estado acompañado de un importante avance de las inversiones canadienses en España y de la presencia de empresas españolas en Canadá, con una inversión directa total que pasó de 201 millones de pesetas en 1998 a unos 56.000 millones en 1999 y alcanzaba el año pasado los 75.000 millones.
Destacados grupos españoles de energía, construcción y moda se han establecido ya en el mercado canadiense, pero España considera que hay margen para ampliar esta presencia con nuevos proyectos y extenderla a sectores distintos, como la industria aeroespacial.
La estancia de Aznar en Ottawa incluye una reunión con empresarios de ambos países y coincide con un encuentro hispano-canadiense sobre proyectos aeroespaciales, en el que participan directivos de las ocho principales compañías españolas de este sector, con los que tendrá la oportunidad de conversar durante una visita a la Agencia Espacial Canadiense.
Además, este viaje respaldará las iniciativas puestas en marcha para la mejora de las relaciones pesqueras cuando han transcurrido seis años desde el estallido de la "guerra del fletán", que enfrentó a España y la UE con Canadá a raíz del apresamiento por patrulleras canadienses del pesquero español "Estai" en aguas internacionales, tras un desacuerdo sobre el reparto de las cuotas de pesca.
En lo que se refiere a la vertiente estrictamente política de la visita, Aznar y el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, explorarán las perspectivas de cooperación futura en el seno de la OTAN, así como en el contexto de la presidencia anual del G-7 que ejercerá Canadá en el 2002 y de la presidencia española de la Unión Europea, según destacaron fuentes oficiales.