Sadam Husein destituye de manera fulminante al comandante de la Fuerza Aérea

L. D. / EFE. - El periódico, que no precisa cuando se produjo el cambio ni si se ha ofrecido un nuevo cargo al comandante destituido, señala que Sadam Husein recibió el pasado miércoles a Shalah y le indicó que “nuestra Fuerza Aérea no avanza como debiera y como quiero”. “Debemos mejorar nuestros cazabombarderos”, dijo el presidente iraquí a su nuevo jefe de la aviación militar, “para ser capaces de enfrentarnos a los retos que tenemos”.

Irak, sometido a sanciones internacionales por la ONU, no puede importar armas o materiales para desarrollar equipos militares, incluidos sus aviones de guerra, que, antes del conflicto del Golfo Pérsico de 1991, los institutos de estudios estratégicos de la defensa consideraban que formaban la mayor y más efectiva de las fuerzas aéreas árabes. Antes de 1991, Irak contaba con unos 700 cazabombarderos de varios tipos, además de aviones logísticos y helicópteros, pero varios cientos fueron destruidos durante la guerra, en la que una coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, liberó el emirato de Kuwait que las tropas de Bagdad habían ocupado en 1990.

Más de un centenar de aviones militares fueron enviados también por los iraquíes a diversos países islámicos, entre ellos Irán, Túnez, Sudán y Mauritania, para evitar que fueran destruidos. Estos aviones, lo mismo que otros de uso civil, permanecen en esos países y se encuentran en mal estado, ya que prácticamente no han tenido mantenimiento durante este tiempo. Portavoces militares de Bagdad han afirmado varias veces que sus aviones se enfrentan a los de EEUU y el Reino Unido que a diario patrullan las zonas de exclusión aérea que esos dos países mantienen en el norte y sur de Irak, pero este extremo no ha sido confirmado por estadounidenses, británicos o fuentes independientes.