En las últimas semanas, los partidos de la oposición han tratado de acorralar a Chrétien por un supuesto conflicto de intereses entre sus negocios particulares y su actividad de gobierno, que le habría permitido ayudar con dinero público a uno de sus socios.
Durante la campaña electoral y tras las elecciones, Day se colocó la etiqueta de "político dispuesto a romper con las prácticas clásicas de los partidos del Parlamento canadiense", y predicó una nueva forma de hacer política más fresca y cercana al público.
El principal periódico del país, The Globe and Mail , publicó en portada que Day y otros dos destacados diputados de su partido se habían reunido en el Parlamento para contratar a "James", un antiguo agente estadounidense, para buscar los trapos sucios de Chrétien.
El agente -acusado por la policía de vínculos con grupos mafiosos en Norteamérica- recibiría más de 4.200 dólares por un mes de trabajo y la oportunidad de ser contratado a largo plazo si la información obtenida merecía la pena.