La Corte Suprema de Justicia de Honduras le ha solicitado a una Corte Federal de Washington que el Servicio Central de Información (CIA) de EEUU desclasifique informes sobre asesinatos políticos cometidos en los años 80 en este país, informaron fuentes judiciales. La petición ha sido enviada al Ministerio hondureño de Relaciones Exteriores, que tramita su remisión al Departamento de Estado norteamericano para que éste la traslade a la Corte Federal.
Según esas fuentes, la solicitud es parte de las investigaciones sobre la reciente exhumación de las osamentas de cuatro personas en el cementerio de la comunidad de Dulce Nombre de Culmí, en el departamento oriental de Olancho. Las versiones de pobladores apuntan a que los restos pueden ser de cuatro guerrilleros asesinados por militares en 1983 tras entrar a Honduras desde Nicaragua al mando del jesuita estadounidense James Carney y el médico hondureño José María Reyes Matta.
Varios grupos locales de derechos humanos creen que Carney, Reyes Matta y otros integrantes del grupo fueron torturados antes de su muerte en la base militar de El Aguacate, también en Olancho. La CIA utilizó dicha base, cuyas tierras ahora están en manos de campesinos, como centro de entrenamiento y suministros para la "Contra" nicaragüense, que desde Honduras intentó derrocar al régimen sandinista con apoyo de Estados Unidos.