Canadá presenta una propuesta para acelerar los procesos por crímenes contra la humanidad

El Gobierno de Canadá ha presentado en la ONU la constitución de una comisión internacional para resolver el conflicto que plantea el principio de la soberanía nacional con el de la intervención para poner fin a crímenes contra la humanidad.

El debate sobre el derecho de injerencia en los asuntos internos de un país cuando se producen graves crímenes contra la humanidad fue lanzado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el año pasado en septiembre durante el plenario de la Asamblea General.

Las principales cuestiones que intentará resolver la comisión son "¿quién decide una intervención? ¿cómo se interviene? y ¿cómo se evita el doble rasero?". La idea de Annan, quien hace unos días dejó abierta la puerta a su reelección, se conoció poco después de que la OTAN bombardeara la República Federativa de Yugoslavia en una acción justificada en razones humanitarias ante la limpieza étnica que el Gobierno serbio llevaba a cabo en Kosovo.

Algunos países criticaron a Annan por considerar que trataba así de dar cobertura a una acción que se había producido al margen de la ONU, mientras que otros muchos vieron en el principio de injerencia humanitaria una amenaza a su soberanía.

Las críticas procedieron principalmente de los países pobres y pequeños que veían en ese razonamiento una posibilidad de que las superpotencias y las naciones más grandes tuvieran una excusa para imponer el orden internacional que desean.

Uno de los países que más se opone a esa intervención humanitaria es China, que no pierde ocasión de recordar en todos los foros internacionales la necesidad de respetar el principio de no injerencia en los asuntos internos de un país y en el de la soberanía nacional.

No obstante, también en EEUU la cuestión ha levantado fuertes suspicacias y el Partido Republicano se opone a cualquier erosión del principio de soberanía nacional.