Varios son los testimonios que no cuadran en esta vigésimo segunda sesión del juicio del 11-M. El
agente de la UCO Víctor, controlador de Rafa Zouhier, no aclaró por qué omitió al juez Del Olmo y a la comisión parlamentaria que Toro y Trashorras podían traficar con 150 kilos de explosivos. También es cada vez más inverosímil el
testamento de uno de los muertos de Leganés, Abdennabi Kounjaa, tras la declaración de su hermano Abdelkader. Éste dijo además que recibió una llamada el 3 de abril de una persona que decía ser su hermano, pero que tuvo que identificarse porque no le reconocía. Por otra parte,
los hermanos de "El Chino" afirmaron que éste no tenía ningún tipo de conocimiento en explosivos o electrónica. Uno de ellos ni siquiera reconoció su voz en el vídeo que reivindicaba la matanza.