Las primeras declaraciones de Moratinos en La Habana han confirmado el escepticismo de los demócratas cubanos ante su visita a la isla. Ni una palabra para reclamar el fin de la represión o de apoyo a la disidencia. Un Moratinos "emocionado" ha dicho que se inicia una "nueva etapa" marcada por el diálogo con la dictadura. Su primer encuentro, "muy fructífero", ha sido con el ministro de Exteriores, Pérez Roque, al que ha calificado de "gran amigo". De nada ha servido
el vídeo de las Damas de Blanco pidiendo a Moratinos que exija la liberación de los presos políticos. El ministro ha excluido a la oposición democrática de su agenda, repleta de encuentros con todas las autoridades del régimen, Raúl Castro incluido.