"Guerra de Irak". Palabras mágicas para el presidente. Rodríguez Zapatero ha vuelto a tirar de comodín para salir del atolladero de la
investigación judicial a la cúpula policial de Interior y de las evidencias de cesión ante ETA. Se ha declarado "muy orgulloso" de que los ciudadanos votaran el 14 de marzo de 2004 "salir de aquella guerra ilegal e inmoral". No es la primera vez que identifica la victoria electoral del PSOE como un mandato popular para regresar de Irak. Lo significativo es que lo hace ahora, justo cuando la autoría del 11-M ofrece más dudas que nunca, según detectan las
encuestas, y cuando su suerte está irreversiblemente ligada a las decisiones de ETA. Ha bastado que una juez impute a uno de los jefes de la Policía por indicios de falsificación de un informe sobre ETA y el 11-M, para que Zapatero rescate el lenguaje más agresivo contra la campaña de Irak.
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Luis del Pino.