Ni el presidente del Gobierno, ni el ministro del Interior, ni el de Justicia, ni el Alto Comisionado para las Víctimas le han llamado para felicitarle. Francisco José Alcaraz no interpreta nada nuevo en el silencio del Gobierno ante su
reelección como presidente de la AVT. La aplastante movilización de las víctimas a favor de su continuidad ha congelado los
planes de una negociación con ETA libre del último obstáculo moral para pactar sobre los presos. "Las víctimas no esperamos cercanía de quien ni siquiera ha sido capaz de condenar el último atentado contra un concejal de Barañáin", ha declarado a
Libertad Digital, refiriéndose a Gregorio Peces-Barba.